ARCHIVOS SUBACUATICOS: HALLAZGO DEL BUQUE MÍTICO «MARS»
>> martes, 23 de agosto de 2011
Cuando vi los cañones y el
escudo real de los Vasa, como me latía el corazón
http://www.abc.es / 23/08/2011/ JESÚS GARCÍA CALERO
Así relata Richard
Lundgrun cómo descubrió el pecio del «Mars»: «Fue a
principios del verano. El equipo del sónar, formado por Christofer Modig y
Anton Petersson, controlaba las operaciones cuando, vieron algo interesante en
la pantalla. Me alertaron y lo que vi era realmente interesante, más aún, se
parecía a lo que yo esperaba: el perfil lateral del casco y una pila enorme con
un montón de escombro, rodeado por una zona plagada de restos... "Lo tenemos,
al fin lo hemos conseguido", me recuerdo a mí mismo
gritando de alegría. Aún teníamos que bajar y confirmar el descubrimiento, pero
en ese primer momento ya sabíamos que estábamos inmersos en un hallazgo épico».
Y tan épico. Debajo del barco de Lundgrun estaba el enorme
pecio del«Mars», un buque mítico, de 80 metros y 107 cañones, el primer gran
barco que navegó por el Báltico y cambió las reglas del combate naval.
«Hay tantas preguntas sin respuesta -dice Lundgrun-. Este barco es el eslabón perdido
entre el "Mary Rose" y el "Kronan" (1520 -1660) y no sabemos mucho acerca
de cómo fueron construidos estos gigantescos buques ni cómo era la vida o la
situación de los marineros. Espero que al final se presente al público como el
"Vasa".¡Los más de 800 muertos y el almirante Jakob Bagge lo
merecen!»
Richard
Lundgrun nunca
olvidará aquella primera inmersión: «Al descender junto a Fredrik Skogh
estábamos llenos de ilusión y nos
pareció una vida entera el tiempo que tardamos en llegar a los 75 metros de
profundidad. Empezamos a adivinar una forma, apenas un
contorno, cuando pasamos los 60 metros y, poco a poco, fuimos percibiendo el
lateral de un enorme casco. Fue una visión
majestuosa e impresionante. Las enormes vigas hacían que
la estructura pareciera apenas erosionada por el tiempo, la cadena herrumbrosa
y, más importante, ¡los
portillos de los cañones! ¡Montones de portillos! ¡Cómo me latía el corazón!»
-¿Y qué más vieron después?
-Pues seguimos buceando hacia la popa y después dimos la
vuelta a toda la estructura hasta que comprobamos con asombro, con fascinación,
¡que la cabina del almirante estaba prácticamente intacta!
-¿Ya daban entonces por confirmado
el hallazgo?
-El asombro no decayó, porque nadamos un poco más adelante y
entonces ya encontramos lo que andábamos buscando, los cañones, cañones de
bronce de diferentes tipos y tamaños, ¡y todos en perfectas condiciones!
Mientras inspeccionábamos uno de ellos vimos por fin el escudo real del rey
Gustav Vasa, el padre fundador de nuestra nación. No
necesito decirle que el impacto por el descubrimiento cambió en ese punto y
sentimos alegría, una enorme alegría, orgullo y también una súbita incredulidad
al darnos cuenta, al entender que acabábamos de hacer el descubrimiento más
importante de una generación. ¡Era
el «Mars», el mítico barco perdido durante 447 años!
-¿No tenían dudas?
-Han sido 20 años de trabajo en el mar y los archivos. Al ver
un barco tan grande, descartamos las otras dos posibilidades. El «Sword» y el
«Lange Barken» no se hundieron en esta zona.Además el tamaño
de la cubierta artillada, la cantidad de cañones, más de 40, y su tamaño, de
más de 40 libras, indican que era un barco muy especial. Y
la presencia de cañones de hierro de carga trasera como los del «Mary Rose»
despejó cualquier duda. Sólo
puede ser el «Mars»
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