Registro digital obligatorio para desconsolidación de carga marítima

>>  lunes, 8 de septiembre de 2025

Aduana implementa registro digital obligatorio para desconsolidación de carga marítima

https://www.infobae.com/

La digitalización del trámite permitirá que, en caso de demoras en la respuesta aduanera, la aprobación sea automática, lo que promete optimizar la planificación logística y reducir costos en puerto

La Resolución General 5744/2025 deroga la RG 4.915 y comenzará a aplicarse a partir del quinto día hábil posterior a su publicación en el Boletín Oficial (Imagen: Shutterstock)


En un paso más hacia la digitalización de los procesos aduaneros, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) dispuso, a través de la Resolución General 5744/2025 publicada hoy en el Boletín Oficial, que en cinco días hábiles la presentación del manifiesto desconsolidado de importación para la vía acuática será obligatoriamente digital.

La medida alcanza a los Agentes de Transporte Aduanero (ATA) desconsolidadores, quienes deberán registrar la documentación a través de los aplicativos web “Gestión de Manifiesto Acuático y Ratificación de Autoría de Manifiesto Acuático”. Una vez cargada y ratificada la autoría, el Sistema Informático MALVINA (SIM) enviará automáticamente la información al servicio aduanero del lugar operativo.

Plazos y aprobaciones automáticas

La normativa fija un plazo de cinco días corridos desde el arribo del buque para completar la registración, presentación y ratificación del manifiesto. El servicio aduanero contará con tres horas para aprobar o rechazar el trámite; si este tiempo transcurre sin respuesta, la aprobación será automática.

La notificación del resultado se realizará mediante el Sistema de Comunicación y Notificación Electrónica (SICNEA). En caso de rechazo, el ATA deberá presentar una nueva solicitud con la documentación rectificada.

Impacto en la cadena logística marítima

El cambio apunta a reducir tiempos operativos en puerto, minimizar la manipulación de documentos en papel y aumentar la trazabilidad de la información. Según ARCA, esta digitalización obligatoria busca “facilitar el comercio y aumentar la certidumbre en la cadena logística internacional”, especialmente en operaciones con carga consolidada que requieren desconsolidación previa a su ingreso formal al mercado local.

La disponibilidad de un flujo electrónico validado y aprobado en plazos cortos permitirá a importadores, operadores portuarios y depósitos fiscales planificar con mayor anticipación la liberación y traslado de las mercancías, reduciendo costos de almacenamiento y evitando congestiones. Además, la medida se alinea con prácticas internacionales que priorizan el intercambio seguro de datos anticipados, fortaleciendo el control y la seguridad en las operaciones sin entorpecer la velocidad de despacho.

En un escenario donde la eficiencia portuaria es clave para la competitividad, la certeza en los plazos y la eliminación de trámites presenciales representan una ventaja para cadenas de suministro que dependen de coordinación milimétrica entre armadores, terminales y transportistas. Esto es particularmente relevante para cargas perecederas o de alto valor, donde cada hora cuenta para mantener la integridad y el valor comercial de los productos.

El cambio apunta a reducir tiempos operativos en puerto, minimizar la manipulación de documentos en papel y aumentar la trazabilidad de la información (Imagen: Shutterstock)

Obligaciones y resguardo documental

Los ATA desconsolidadores deberán archivar y conservar la documentación según la normativa vigente, manteniéndose como depositarios fieles. ARCA podrá requerirla en un plazo no mayor a tres días hábiles, bajo apercibimiento de sanciones previstas en el Código Aduanero, incluyendo sumarios disciplinarios y posibles implicancias penales.

La resolución también actualiza puntos de la RG 5.110 para adaptar los pasos de registro, carga de documentos y ratificación de autoría, incorporando mecanismos de autenticación de alta seguridad, como el uso de dispositivos token.

Entrada en vigencia

La Resolución General 5744/2025 deroga la RG 4.915 y comenzará a aplicarse a partir del quinto día hábil posterior a su publicación en el Boletín Oficial. Desde entonces, el esquema digital dejará de ser optativo y pasará a ser única vía habilitada para la presentación del manifiesto desconsolidado de importación marítima, consolidando un cambio clave en la gestión documental del comercio exterior argentino.





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Clasificación, interpretación y validación de documentos con IA

Automatización documental: cómo simplificar la clasificación, la interpretación y la validación de documentos con IA

https://www.itsitio.com/

La gestión de grandes cantidades de documentos sigue siendo uno de los grandes desafíos. La inteligencia artificial viene a acelerar los procesos.


En muchos procesos de negocio, la gestión de grandes volúmenes de documentos no estructurados sigue siendo un cuello de botella crítico. PDFs con imágenes escaneadas, fotografías de baja calidad y formatos heterogéneos dificultan la extracción de datos y obligan a validaciones manuales que consumen tiempo y recursos.

Para abordar este desafío, la IA brinda la posibilidad de desarrollar soluciones personalizadas de procesamiento y análisis documental, que combinan técnicas de preprocesamiento de imagen, OCR avanzado y modelos de lenguaje en la nube para extraer, estructurar y validar información a escala. La arquitectura, modular y escalable, es fácilmente adaptable a distintos contextos e industrias donde el procesamiento masivo de documentos es un requisito clave.

Arquitectura e integración

Este tipo de soluciones se construyen sobre plataformas que permiten el despliegue de modelos de AI y Machine Learning (Aprendizaje automático) y, en consecuencia, de modelos LLM. El objetivo es generar el reconocimiento y scraping (raspado) de documentos para simplificar la carga de los mismos y optimizar los tiempos operativos. Redbee, empresa nativa digital cuyo foco es el desarrollo de software innovador, construyó una solución de automatización documental de este tipo, orientada a la evaluación de garantías crediticias, sobre Google Cloud Platform y utilizando Vertex AI, lo que permitió el despliegue de modelos LLM, en este caso Gemini.

“Cada vez que se recibe un documento nuevo se dispara una solicitud hacia Gemini API la cual retorna un objeto Json, donde cada clave y valor encontrado dentro de los documentos se retorna de una manera estructurada”, explica Leandro Bellana, developer de redbee y parte del equipo que desarrolló esta solución. “Luego se inicia un proceso de validaciones y tratamiento de información en la API desarrollada en Python, la que expone en Endpoints para distintos usos e implementaciones del proyecto, tales como almacenaje en base de datos, data warehouse, validaciones en tiempo de ejecución, entre otras”, agrega Bellana.

Estas soluciones basadas en IA permiten que, cuando el usuario necesita cargar un nuevo documento a través de la interfaz, adjuntará el documento en cuestión. En background, se ejecutarán los procesos antes mencionados y cuando el usuario llegue a la pantalla de carga de datos de ese documento esta pantalla se auto completará, evitando la carga manual de todos esos campos, requiriendo solo una breve validación.

Aplicabilidad en distintas industrias

El mismo patrón arquitectónico de esta solución es reutilizable en cualquier escenario con grandes volúmenes de documentos heterogéneos. Sectores como banca, finanzas, aseguradoras o, incluso, estudios contables enfrentan procesos similares: lotes de miles de documentos que deben ser clasificados, interpretados y validados rápidamente.

Un ejemplo claro: en el caso de pólizas de seguro, el sistema podría identificar si una póliza corresponde a la persona de interés, si está vigente o si presenta datos incompletos. Lo mismo aplica para recibos, estados contables o documentos regulatorios.
Resultados y beneficios operativos

La automatización documental reduce drásticamente el tiempo necesario para pasar de documento crudo a dato estructurado listo para análisis y toma de decisiones. La IA no reemplaza la revisión experta, pero elimina gran parte de las tareas operativas de lectura, clasificación y carga, liberando capacidad para análisis de casos y validaciones complejas.

La arquitectura es modular, escalable y puede integrarse de forma paralela a sistemas existentes, lo que permite su adopción progresiva sin interrumpir los procesos actuales.



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La Gestión Documental eje estratégico

Gestión documental inteligente: el camino hacia la eficiencia sin papel

https://technocio.com/

En la era digital, la gestión documental ha dejado de ser un proceso administrativo para convertirse en un eje estratégico para la eficiencia, la sostenibilidad y la transparencia. La transición hacia modelos sin papel no solo aporta al cuidado del medio ambiente, sino que también reduce tiempos, costos y riesgos operativos.

Según cifras del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC), en el sector público el gasto anual en papel y almacenamiento físico de documentos supera los 300 mil millones de pesos. A nivel empresarial, estudios de la Association for Intelligent Information Management (AIIM) estiman que la digitalización documental puede reducir estos costos en más del 40 %.

En este contexto, la tecnología nacional ha comenzado a jugar un papel clave. Digital Ware, empresa de software 100% colombiana, ha desarrollado herramientas orientadas a facilitar una gestión documental más inteligente, alineada con estándares internacionales y normativas locales. Un ejemplo de ello es su plataforma Ophelia-SGDEA, que no presta servicios de digitalización, pero sí permite a las organizaciones automatizar todo el ciclo de vida documental, desde su creación y trámite hasta su conservación digital y disposición final, promoviendo la filosofía “Cero Papel”.

“La transformación digital empieza por los documentos. Gestionarlos de forma inteligente es avanzar hacia organizaciones más ágiles, sostenibles y seguras. Es por esto que resulta necesario implementar tecnologías que respondan a las necesidades de digitalización de las organizaciones, ya que estas permiten hacer más eficientes los procesos y reducir costos operativos. Dar ese paso es clave para lograr una verdadera evolución en la forma en que trabajamos y gestionamos la información”, afirma Jonier Rojas, director de transformación digital y analitica.

Más allá del ahorro en insumos y espacio, la gestión documental digital mejora significativamente la toma de decisiones, al facilitar el acceso a información confiable en tiempo real. Según un estudio de la firma de análisis IDC (International Data Corporation), las empresas que adoptan estrategias digitales para la gestión de documentos pueden aumentar su productividad hasta en un 30 % y reducir en un 80 % los errores relacionados con la manipulación de archivos físicos.

Además, las plataformas como Ophelia-SGDEA fortalecen la seguridad de la información, al garantizar trazabilidad, control de versiones y cumplimiento de estándares de protección de datos. En sectores como salud, justicia, educación o banca —donde el manejo documental es masivo y sensible— este tipo de soluciones no solo optimizan procesos, sino que también generan confianza entre los usuarios, pacientes, estudiantes o ciudadanos.

La apuesta por la gestión documental digital también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular con el ODS 12, sobre producción y consumo responsables, y el ODS 16, que promueve instituciones eficaces, responsables y transparentes.

En un momento en el que la trazabilidad, la eficiencia operativa y la protección de la información son claves, contar con una herramienta tecnológica robusta para gestionar los documentos ya digitalizados o nativamente digitales deja de ser una opción y se consolida como una necesidad urgente para las organizaciones del país.

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Cuando las aulas se trasladan a la nube


El aula del futuro: cómo editar y anotar documentos sin instalar nada

https://www.interempresas.net/


Cuando Google empezó a promocionar los Chromebooks para las escuelas y las universidades, mucha gente se extrañó ante el concepto de un ordenador con tan poca potencia y sin apenas almacenamiento interno. Se trataba de dispositivos portátiles de muy bajo coste que permitían acceder a suites de ofimática como Google Workspace y trabajar directamente desde la nube: un concepto que definitivamente estaba adelantado a su época.

El tiempo le terminó dando la razón a Google, y ahora es habitual hacer tareas como editar PDF, compartir archivos o incluso jugar a videojuegos directamente desde la nube. Este es probablemente el camino que tomará la informática en los próximos años, porque sencillamente la potencia computacional de los servidores de las grandes empresas es muy superior a la de un simple ordenador personal.

Cuando las aulas se trasladan a la nube

Volviendo al contexto académico, el uso de plataformas en la nube para trabajar con todo tipo de documentos facilita el acceso a las herramientas informáticas de vanguardia en los centros de enseñanza, manteniendo siempre el software actualizado y abaratando costos en un momento donde todo parece estar subiendo de precio. Las herramientas online son entonces la respuesta ideal, y facilitan además el estudio a distancia.

¿Por qué los centros de estudio apuestan por las herramientas online?


Todas estas ventajas hacen de las herramientas en la nube una respuesta lógica tanto para los centros escolares como para las grandes universidades. El sistema ofrece beneficios para los estudiantes y para los propios centros académicos, y también es ideal para facilitar las investigaciones colectivas en el ámbito nacional e internacional.Ahorro de costos. Mientras que un portátil de gama baja tiene un precio que ronda los 400 €, los Chromebook –ya sean de Google o de otra marca– suelen estar bien por debajo de los 200 €. Y algo parecido ocurre con las suites de software en la nube en comparación con las aplicaciones de escritorio.

Sincronización de herramientas. 

Cuando se trabaja directamente desde la nube, todas las aplicaciones se mantienen sincronizadas y actualizadas a su última versión. Se elimina entonces el problema del mal funcionamiento de las aplicaciones locales o la disparidad de herramientas entre estudiantes.

Trabajo remoto. 

La conectividad de las aplicaciones en la nube es ideal para el trabajo remoto y el estudio a distancia, algo cada vez más habitual en las universidades e incluso en las escuelas de todo el mundo. Cuando se apuesta por una flexibilidad mayor en cuanto a la presencialidad, las apps en la nube son el camino a seguir.

Accesibilidad de recursos. 

Y no solo se trata de las aplicaciones en sí. Alojar en la nube los documentos de trabajo y de estudio permite acceder a ellos desde cualquier lugar, lo que agiliza el trabajo de los estudiantes y del personal docente por igual. Ya no es necesario usar un dispositivo específico para tener acceso a la información.

PDFelement Online: La mejor solución para editar y anotar PDF

En el ámbito académico, como en el empresarial, los documentos PDF son una pieza indispensable para organizar e intercambiar información. Por eso, una preocupación básica para los estudiantes y los docentes pasa por contar con un editor PDF adecuado para trabajar con ellos. Y, con el auge del trabajo en la nube, ese no es otro que PDFelement Online.

Una solución integrada en tu navegador web

Este potente editor PDF con IA integrada cuenta ahora con una plataforma web que no solo nos permite abrir y leer los documentos PDF desde nuestro navegador, sino que también nos da la opción de anotar PDF o editarlo libremente, con independencia del dispositivo que estemos usando para hacerlo. Simplemente accede a tus documentos desde Firefox, Safari o Brave, trabaja con ellos y guarda tu progreso en la nube. ¡Nada más sencillo!

Las mejores funciones de edición PDF

Wondershare PDFelement lleva años siendo un editor PDF de referencia en todo el mundo a través de su aplicación de escritorio, y ha incorporado las mejores funciones de edición PDF a su nueva versión web. Con ella vas a poder editar el texto de un PDF, añadir o eliminar páginas, realizar anotaciones, sustituir imágenes, y mucho más. Se trata de una flexibilidad que pocas aplicaciones pueden ofrecerte, y mucho menos desde un navegador web.

Cifrado de documentos

La autoría y la seguridad de los documentos PDF también ha sido considerada en la versión web de PDF Online. Puedes cifrar los documentos con contraseñas para asegurarte de que solo sean accesibles por las personas autorizadas por ti.

Toda la potencia de la IA para PDF a tu servicio

Recuerda además que PDFelement cuenta con una IA integrada con la que puedes resumir textos, traducirlos a diferentes idiomas, reorganizarlos para que sean más claros, corregir su ortografía, e incluso verificar que la información factual expuesta sea correcta. Cuando la IA se encuentra integrada directamente en un editor PDF se agiliza muchísimo el trabajo, porque ya no necesitas estar yendo y viniendo entre el editor PDF y una plataforma de IA online.

Máxima compatibilidad entre distintos formatos


Por supuesto, PDFelement es un editor de documentos PDF, pero su alcance va mucho más allá. Con esta aplicación puedes convertir a PDF otros documentos que estén en formatos originales como Word, Excel o PowerPoint, y también puedes hacerlo a la inversa para exportar tus PDF a estos formatos de la suite de Office. Esta mayor versatilidad viene acompañada además de una gran capacidad de compresión para compartir los archivos online.

Resumir, traducir y explicar documentos para mejorar en tus estudios


Estas características de inteligencia artificial son particularmente idóneas en las instancias educativas. Por supuesto, no deben utilizarse de forma inapropiada para redactar ensayos de forma automática y hacerlos pasar por nuestras propias obras. Pero sí que se trata de herramientas que pueden ser un complemento excelente en distintas etapas educativas, tanto para entender mejor los textos como para agilizar los procesos de estudio.

Traducción de textos de estudio. 

Aunque este problema no suele estar presente en la escuela primaria o secundaria, sí que es habitual que los textos universitarios estén en diferentes idiomas. Si no los dominas, la IA de PDFelement puede traducir estos textos por ti para que puedas estudiarlos sin el menor problema.

Resumen de apuntes. 

Hay momentos de un semestre en los que se acumulan los apuntes y apenas tenemos tiempo para leerlos. Con una IA capaz de resumirlos podemos priorizar la lectura de los más importantes y organizarlos mejor para que nuestras sesiones de estudios sean más eficaces.

Explicación de puntos difíciles.

La inteligencia artificial también puede emplearse para explicar con otras palabras los párrafos o incluso los capítulos que no entendamos del todo. Esto es especialmente útil cuando no tenemos acceso permanente a nuestros docentes, o cuando estudiamos materias particularmente complejas.

Revisión ortográfica. Si bien no es ético utilizar la IA para redactar nuestras prácticas universitarias, sí que podemos utilizarla como un complemento para la revisión ortográfica y de estilo. Esto puede ayudarnos a identificar errores de redacción que luego corregiremos manualmente para mejorar nuestra propia escritura.

Una herramienta indispensable para estudiantes y docentes

Por todo lo anterior, los editores PDF con IA integrada son herramientas que no pueden faltar en los mejores centros académicos, y cada vez están más extendidos en el ámbito educativo. Ya eran extraordinariamente útiles cuando simplemente se utilizaban para editar documentos PDF con mayor flexibilidad, pero ahora han ido un paso más allá gracias a la integración de herramientas de IA y a su disponibilidad en la nube.

Con PDFelement puedes editar tus documentos PDF Online fácilmente desde cualquier dispositivo que tenga un navegador web, así que ya no dependerás de un portátil específico para poder trabajar con ellos. Y eso no es todo. A todas las características de edición que ya te ofrecía se les suma ahora la potencia de una IA de última generación que está especialmente optimizada para facilitar los procesos de estudio a todos los niveles.

Descubre una manera más sencilla de estudiar con PDFelement Online

La educación no deja de evolucionar. En el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, era habitual que cada estudiante tuviera una pizarra en su pupitre para trabajar con ella durante las horas de clase, y prácticamente nadie tenía acceso a un libro de texto. En los años 80 y 90, todo pasaba por tener el libro de texto delante y trabajar con un cuaderno. Y, a partir de los 2000, empezó a popularizarse el uso de los portátiles en las aulas.

Ahora es el turno de las herramientas en la nube y de la inteligencia artificial. El aprendizaje se descentraliza y se acelera de la mano de las nuevas tecnologías, y ahí es donde aplicaciones como Wondershare PDFelement brillan con luz propia. ¡Si todavía no utilizas este editor PDF tan versátil, aprovecha ahora para iniciarte en una de las herramientas llamadas a marcar el desarrollo de la educación durante las próximas décadas!


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Archivo Histórico de la Policía Nacional de Guatemala en el abandono

>>  viernes, 5 de septiembre de 2025

Invisible, silenciado y casi abandonado:El Archivo Histórico de la Policía Nacional de Guatemala en su vigésimo aniversario
https://nsarchive.gwu.edu


Instalación dentro del archivo policial de "Para que todos lo sepan", del políptico "Esclarecimiento", que ilustra las portadas del informe oficial de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala: "Guatemala: nunca más". Crédito de la instalación y las fotos: Daniel Hernández-Salazar ©2009

Gobierno de Arévalo tarda en revertir recortes al presupuesto y personal del AHPN. El Archivo de Seguridad Nacional llama a la comunidad internacional. a apoyar los esfuerzos de memoria histórica en América Latina

Washington, D.C., 4 de septiembre de 2025 - Hace veinte años, un grupo de investigadores de derechos humanos en Guatemala se topó con un enorme archivo que contenía millones de registros históricos pertenecientes a la antigua y brutal fuerza policíaca nacional del país. Con el respaldo de la Procuraduría de Derechos Humanos del gobierno, el financiamiento de fundaciones y embajadas, y con el apoyo de asesores internacionales, incluyendo el Archivo de Seguridad Nacional, el grupo logró rescatar los archivos en proceso de descomposición, abandonados en una bodega hacía mucho tiempo, para convertirlos en el mayor repositorio público de registros policiales de Latinoamérica. Desde entonces, el Archivo Histórico de la Policía Nacional (AHPN) ha sido fuente de asombrosas revelaciones sobre el papel de las fuerzas de seguridad guatemalteca en algunas de las peores violaciones de derechos humanos documentadas durante los 36 años de conflicto interno del país (1960-1996), incluyendo asesinatos políticos, secuestros, tortura y desapariciones forzadas. En el camino, se convirtió en un modelo para los sitios de memoria histórica en todo el mundo gracias a los determinantes esfuerzos de los guatemaltecos por apropiarse de su historia y llevar a los perpetradores ante la justicia.

Pero avanzando hasta hoy, el célebre archivo policial de Guatemala es solo una sombra de lo que fue: una institución vacía que opera a niveles drásticamente reducidos, con poco contacto con el público al que se supone debe servir. La escalada de autoritarismo que sumió al país durante la última década permitió que ideólogos corruptos de derecha utilizaran el sistema judicial como arma contra jueces y fiscales, defensores de derechos humanos, periodistas y activistas ambientales, entre otros. El AHPN, vinculado desde hace tiempo a la lucha por la justicia transicional y la memoria histórica, se convirtió en víctima de la intensa hostilidad gubernamental.

Dos décadas después del descubrimiento del AHPN, el Archivo de Seguridad Nacional presenta un informe de hallazgos luego de dos visitas de campo realizadas en 2023 y 2025 sustentadas en años de experiencia y participación con el AHPN y en las iniciativas de memoria histórica en Guatemala. Mediante un análisis de las condiciones actuales del archivo policial, esperamos dar una luz sobre la supresión de la memoria histórica en la región y hacer un llamado a la comunidad internacional para que proteja y apoye a estas instituciones.

Hace veinte años

Cuando se descubrió el Archivo Histórico de la Policía Nacional en julio de 2005, en Guatemala había transcurrido casi una década desde la firma de los acuerdos de paz de 1996, que pusieron fin a más de 30 años de insurgencia armada y violenta represión estatal. En 1999, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico concluyó que el 93 % de los abusos documentados contra los derechos humanos fueron cometidos por fuerzas militares, policiales o paramilitares guatemaltecas, y que unos 200,000 civiles desarmados fueron asesinados o desaparecieron durante una campaña gubernamental sostenida de contrainsurgencia que derivó en genocidio.[1] Pero, aunque la guerra había terminado, aún quedaba mucho trabajo por hacer para impulsar el reconocimiento y la reconciliación nacionales, exigir responsabilidades a los perpetradores y crear un nuevo consenso posconflicto sobre lo sucedido.

Las fuerzas de seguridad del país se habían negado a participar en el proceso de la comisión de la verdad y habían negado a los investigadores el acceso a los archivos gubernamentales. Entonces, el descubrimiento de una enorme bodega abandonada que albergaba un siglo de registros policiales en los terrenos de una base policial en funcionamiento en el centro de la Ciudad de Guatemala representó una oportunidad significativa e inesperada para penetrar una de las instituciones más opacas del país y a la vez contribuir a la justicia para sus numerosas víctimas. Bajo el liderazgo de Gustavo Meoño Brenner, exlíder guerrillero, un equipo de docenas de personas trabajaron para limpiar, organizar y escanear los documentos, convirtiendo los espacios oscuros y descuidados de la base en un hervidero de actividades y promesas. El proyecto procesó y digitalizó millones de registros y abrió sus puertas a los investigadores, al momento en el que una cantidad significativa de estos registros estuvo disponible para su consulta varios años después.

El descubrimiento del archivo policial en 2005. Crédito: Prensa Comunitaria

Con el paso de los años, el AHPN creció y prosperó. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) distribuyó millones de dólares en donaciones de otros países y organizaciones internacionales para apoyar el proyecto, que operaba sin financiamiento gubernamental. Miles de visitantes guatemaltecos e internacionales, incluyendo funcionarios gubernamentales y dignatarios extranjeros, recorrieron sus edificios. El archivo publicó informes exhaustivos de investigaciones en sus fondos, recibió a estudiantes, profesores y periodistas, y organizó conferencias. También se convirtió en un importante espacio de memoria y reconciliación, albergando eventos culturales y ceremonias interreligiosas, invitando a la comunidad a pintar murales en los muros circundantes y ofreciendo espacio para una escultura monumental llamada el Ángel de la Paz y la Concordia.

Amenazas crecientes

El archivo entró en una nueva etapa cuando los fiscales guatemaltecos emprendieron una extraordinaria serie de juicios penales en materia de derechos humanos y, por primera vez, pudo recurrir a los registros policiales oficiales como evidencia penal. En 2009, el AHPN identificó documentos que apuntaban a la participación policiaca y militar en la desaparición forzada del activista laboral Edgar Fernando García en 1984, lo que condujo al arresto y posterior condena de dos expolicías. Muchos otros juicios posteriores también se basaron en los archivos del AHPN como prueba, incluyendo procedimientos contra altos oficiales policiales y militares por su papel de mando en la desaparición de Edgar Fernando, el incendio de la Embajada de España en 1980, el secuestro y tortura del estudiante Edgar Enrique Sáenz Calito en 1981, y el asesinato de sacerdotes belgas a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980. La disposición de Guatemala para llevar a los responsables ante la justicia, y el papel que desempeñó el archivo policial en las investigaciones criminales, fue una inspiración para países de América Latina y del mundo.

Pero la creciente visibilidad del archivo, así como sus contribuciones a los juicios de derechos humanos, enfureció a los poderosos sectores ultraconservadores de Guatemala, entre ellos militares retirados y a las élites empresariales adineradas. Tras la victoria presidencial de Jimmy Morales, el candidato favorito de la derecha política, en 2016, el gobierno buscó activamente frenar los avances en la reforma judicial, las iniciativas anticorrupción y la rendición de cuentas en materia de derechos humanos. La principal cómplice de Morales fue su fiscal general, María Consuelo Porras, a quien nombró en mayo de 2018.[2] Desde que asumió el cargo, Porras ha acosado, vigilado, procesado y encarcelado a decenas de defensores de derechos humanos, investigadores anticorrupción, activistas indígenas, abogados, fiscales, jueces y periodistas. Su actuación le valió la designación del Departamento de Estado de Estados Unidos como "actora corrupta y antidemocrática" en 2021 y las sanciones impuestas por Estados Unidos y Gran Bretaña en 2025.

Guatemala no es el único país donde los archivos y las labores de documentación de derechos humanos se encuentran bajo ataque directo o sufren actos de negligencia deliberada. En todo el continente americano, a medida que las democracias se debilitan y los líderes autoritarios ascienden al poder, ha surgido un nuevo antagonismo hacia las personas y organizaciones que construyen y preservan narrativas de la represión y la violencia estatal del pasado. La negación de historias incómodas ha llevado al abandono generalizado de las iniciativas de memoria histórica: mediante el cierre de archivos, la destrucción de documentos, nuevas limitaciones al derecho a la información y la censura de diversas historias. Algunos ejemplos incluyen la decisión del presidente Javier Milei de retirar la financiación a los sitios de memoria que contienen registros de la guerra sucia de Argentina (1976-1983); las amenazas a los archivos de derechos humanos peruanos por parte de políticos de derecha que buscan reescribir la historia del país; la decisión de México de modificar su ley de libertad de información para ampliar la capacidad del gobierno de negar el acceso público a sus registros; y la eliminación de información de las exhibiciones públicas sobre las luchas por los derechos civiles en los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

A medida que el gobierno de Guatemala intensificó sus ataques contra la justicia y los derechos humanos, el archivo policial pronto se convirtió en un blanco. En 2018, el director del AHPN, Gustavo Meoño, fue destituido de su cargo. Inmediatamente se exilió; durante años, había sido objeto de denuncias infundadas presentadas por figuras de la derecha y temía por su libertad.[3] Decenas de empleados, desde archivistas hasta investigadores, expertos en informática y personal de acceso público, fueron despedidos y sus contratos no fueron renovados. Se ordenó al PNUD que se retirara de su función administrativa, lo que puso fin a la semi autonomía del archivo y lo convirtió en una entidad dependiente del gobierno federal.[4] En 2019, el ministro de Gobernación de Morales, Enrique Degenhart, amenazó con confiscar el AHPN del Ministerio de Cultura y Deportes (MICUDE) y devolver sus fondos a la reconstituida Policía Nacional Civil.

Esto no ocurrió, en gran medida gracias a la presión de organizaciones guatemaltecas de derechos humanos, la sociedad civil y aliados internacionales. En respuesta a una petición legal del Procurador de Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade, para proteger el AHPN, la Corte Suprema de Justicia de Guatemala resolvió en 2020 que el archivo pertenecía al patrimonio cultural de la nación y debía ser supervisado por el MICUDE, no por el Ministerio de Gobernación. Igualmente importante, la Corte ordenó al MICUDE garantizar que la institución contara con los recursos financieros, administrativos y humanos necesarios para continuar la labor de procesar los archivos, preservarlos, protegerlos y hacerlos accesibles al público.

En cierto sentido, la resolución ratificó el intento del gobierno de "institucionalizar" el archivo policial al incorporarlo al sistema nacional de archivos del país, dependiente del Ministerio de Cultura. Y no era ilógico considerar la transición natural, ya que debería haber ofrecido un modelo más sostenible para el futuro.[5] Pero, en realidad, la pérdida de la independencia especial del AHPN lo dejó vulnerable a las maquinaciones políticas y burocráticas que rápidamente socavaron su capacidad para funcionar al extraordinario nivel que había alcanzado durante 13 años.


El procesamiento de los registros del archivo policial en 2007. Crédito: Harper's Magazine/Misty Keasler

El declive del AHPN

Para cuando la Corte Suprema emitió su resolución, un segundo gobierno conservador, bajo la presidencia de Alejandro Giammattei, había asumido el poder en Guatemala. Si bien el Ministerio del Interior abandonó sus esfuerzos por recuperar el archivo policial, su administración practicó una negligencia extrema, permitiendo que el AHPN se marchitara. Siguiendo los pasos de su predecesor, el gobierno de Giammattei continuó recortando el presupuesto del archivo, reduciendo drásticamente su personal a tiempo completo y restringiendo su visibilidad pública. Académicos externos reportaron dificultades para organizar visitas de investigación; como resultado, el número de usuarios anuales se desplomó. En 2023, un grupo de defensores del AHPN realizó un análisis sistemático y detallado del impacto de las acciones del gobierno en las funciones del archivo. Este grupo, integrado por miembros de la Asociación en Guatemala de Amigos de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), utilizó la resolución de la Corte Suprema del 2020 para comparar el AHPN anterior al 2018 -año en que despidieron al director Meoño y cesaron al personal- con el archivo del 2023, cuando se emitió el informe.[6]

Los autores encontraron un incumplimiento casi generalizado de las órdenes de la Corte. Su estudio —titulado “Archivo Histórico y Sitio de Memoria: Seguimiento al cumplimiento de la sentencia 1281-2019 de la Corte Suprema de Justicia sobre a la protección y funcionamiento del AHPN”— concluyó que el AHPN estaba fallando en cumplir con sus obligaciones de procesar los registros y garantizar el acceso público a la colección. Entre los hallazgos más destacados del informe:

-- El presupuesto del AHPN pasó de un promedio de Q8 millón al año en el período 2016-18, cuando aún se permitía la contribución de donantes internacionales, a un promedio de Q126,000 al año en el período 2019-22 tras la toma de posesión del gobierno guatemalteco (pp. 13-14).

-- El gobierno ha despedido a empleados del AHPN a un ritmo constante, dejando cada vez menos personal para realizar las numerosas tareas necesarias para el funcionamiento de la institución. En 2017, contó con 63 personas trabajando en áreas como coordinación y administración, procesamiento de archivos, investigaciones, informática y digitalización, mantenimiento y seguridad. En 2020, contaba con 30 empleados y, para 2023, contaba con 21. El equipo de investigaciones, responsable de investigar casos de derechos humanos, entre otros asuntos críticos, fue eliminado por completo. Y el personal dedicado a responder a las solicitudes públicas de información se redujo de 11 a dos personas entre 2020 y 2022. (págs. 15-17)

-- Según el informe, todas las métricas relacionadas con las funciones archivísticas básicas del AHPN han disminuido en un período de cinco años. Al comparar las tasas de clasificación y descripción de documentos, por ejemplo, los autores del informe encontraron que en 2022 el personal logró completar el 10 % de lo logrado en 2017 (p. 24). La digitalización (escaneo de los documentos originales y frágiles) en 2022 fue inferior al 30 % de lo registrado en 2017 (p. 25). Finalmente, en cuanto al uso público del AHPN, 5794 investigadores consultaron las bases de datos del archivo en busca de información en 2017; en 2022, el número de usuarios se redujo a 574 (p. 25).

El Archivo Histórico de la Policía Nacional en 2025

En la sección final de esta publicación, la analista senior Kate Doyle, quien durante años se desempeñó como asesora internacional del Archivo Histórico de la Policía Nacional, y su colega analista Claire Dorfman informan sobre las condiciones dentro del AHPN con base en dos visitas in situ realizadas en 2023 y 2025.

En ambos viajes, realizamos un recorrido por las instalaciones, consultamos documentos en la sala de investigación pública, y realizamos extensas entrevistas con empleados actuales y anteriores, funcionarios gubernamentales, e investigadores de derechos humanos. Para este informe, describimos nuestra visita en marzo de 2025, con el fin de brindar la información más actualizada.

Nuestro primer desafío fue programar una visita. El AHPN ya no cuenta con un sitio web para consultar ni un número de teléfono al que llamar. Tras encontrar la página de Facebook del Archivo General de Centro América (AGCA), escribimos un correo electrónico a la oficina principal (agcasecretaria@yahoo.com) y nos dirigieron a la actual coordinadora del AHPN, Ulda Castillo. Ulda amablemente aceptó darnos un recorrido por el archivo y permitirnos hablar con el personal sobre su trabajo.

El segundo reto fue encontrar el edificio.


Kate ha visitado el AHPN innumerables veces desde su descubrimiento en 2005. Pero recientemente, la entrada se cambió de su antigua ubicación en la Avenida Pedrera, en la Zona 6 de la Ciudad de Guatemala. La nueva entrada sigue estando en la Pedrera, pero no hay dirección oficial, ni número, ni letrero en la avenida que indique adónde ir.

Vista aérea de la entrada en 2025, enviada a los analistas por la coordinadora del AHPN, Ulda Castillo.

Hay, como descubrimos tras caminar por la avenida durante 10 o 15 minutos, una puerta azul que da a un estacionamiento de tierra lleno de autobuses policiales. Pasamos junto a los autobuses, junto a un perro desaliñado que dormía al sol, hasta llegar a un edificio largo y bajo que pertenece al Departamento de Investigaciones y Desactivación de Armas y Explosivos (DIDAE), que ahora tiene el viejo letrero del AHPN atornillado al techo. El sendero que lleva a la puerta principal del archivo recorre todo el edificio, junto al colorido mural pintado hace años por artistas de la comunidad, ahora sucio y deteriorado.

Mostramos nuestras identificaciones a un par de policías afuera y luego entramos por la antigua entrada del AHPN, ahora vacía. Es difícil reconciliar el espacio con el archivo policial de antaño: ya no hay bullicio de personal, ocupado atendiendo a visitantes o trabajando en sus escritorios. Ulda nos recibió y nos acompañó a través de la puerta marcada "Solo personal autorizado" para hablar con los empleados del archivo. Donde antes había docenas de personas trabajando con los documentos, caminamos por pasillos vacíos, pasando por oficinas vacías. Solo 17 personas trabajan aquí ahora, incluyendo a los cuatro guardias de seguridad, un mensajero y una persona de limpieza, dejando a 11 personas para realizar el verdadero trabajo del archivo policial.

Dos personas trabajan en la limpieza y conservación de documentos. Ulda nos contó que recientemente habían terminado de preparar los expedientes policiales del departamento de Huehuetenango y que estaban listos para consultar. Ahora revisan pilas de documentos de Baja Verapaz.[7]

Siguiendo por el pasillo, pasando por las puertas marcadas como "Restringido", entramos al espacio de trabajo dedicado a las investigaciones, donde hay solo una persona asignada para consultar el sistema de registros en respuesta a las solicitudes de información. Es la última empleada que queda de la época de Gustavo Meoño y es la única persona competente para ayudar a los investigadores visitantes a navegar por la anticuada base de datos del AHPN en busca de documentos. En su escritorio hay un grueso archivo de cartas del Ministerio Público (MP), cada una con múltiples solicitudes de información. Nos contó que reciben entre 10 y 12 cartas solicitando información del MP cada día y están obligados a responder en un plazo de diez días.[8] Dijo: "Es mucha responsabilidad, tengo que responder a todas las solicitudes". Aunque ella es la única persona en el archivo completamente calificada para realizar investigaciones, a veces otros empleados tienen que dejar lo que están haciendo y ayudarla debido a la grave escasez de personal.

Ulda nos dijo: "¡Estamos tan abrumados que incluso Paty, la persona de la limpieza, nos ha ayudado a buscar e investigar para poder responder a estas solicitudes!".

Pasamos al área de escaneo, donde cuatro personas estaban inclinadas sobre cuatro máquinas. El encargado de digitalización nos hizo una breve demostración de su trabajo; los documentos que escaneaba eran cables deteriorados de la década de 1960, muchos carcomidos por insectos. Nos explicó que normalmente hay cinco personas escaneando todo el día, pero que al quinto empleado se le había asignado temporalmente el papel de fotógrafo para nuestra visita y nos acompañaba de sala en sala, tomando fotos que presumiblemente serían enviadas a los altos mandos como prueba de la actividad continua del AHPN y de sus visitantes.

Otro empleado se encarga de la custodia documental, es decir, de llevar un registro de los archivos originales en papel y de supervisar cuándo salen del área segura donde se almacenan. Nos lleva a las estanterías, donde miles de cajas llenan los estantes metálicos. El suelo de la entrada está arrancado, dejando al descubierto un profundo agujero en la tierra y las tuberías que hay debajo. Se han colocado tablas de madera desvencijadas sobre partes del agujero para permitir el paso de la gente. «Están arreglando la plomería», explicó Ulda. Al pasar por encima del agujero irregular en el suelo, el custodio nos describió el sistema biométrico y las cámaras de seguridad que habían instalado para proteger los archivos de daños.

Nuestra última parada fue la sala de lectura pública, donde hay una docena de terminales de computadora instaladas en largas mesas para los investigadores visitantes. Dos investigadores de la Procuraduría de Derechos Humanos estaban sentados frente a las pantallas, revisando la base de datos en busca de registros. Juan Bautista era el encargado. Es un hombre cortés, de hecho, la cara visible del AHPN, que da la bienvenida a los forasteros y explica cómo presentar solicitudes o consultar la antigua base de datos "Total Image", de la que aún depende el archivo policial. La plataforma es tan compleja y poco intuitiva que Bautista a menudo necesita la ayuda del único miembro del personal que queda de antes de 2018 para guiar a los investigadores en su navegación. Por supuesto, cuando llega a la sala de lectura para ayudar a los investigadores, tiene que detenerse para responder a las crecientes solicitudes de información del Ministerio Público, lo que la retrasa aún más.[9]

Bautista nos comentó que ya muy poca gente viene al AHPN a investigar. Recuerda a un par de académicos internacionales en los últimos años: uno mexicano y el otro guatemalteco de Estados Unidos. Pero ningún investigador local viene a menos que sea del gobierno. "A veces vienen expolicías o sus familiares a buscar información personal sobre pensiones, ese tipo de cosas". Como hay tan poco que hacer en la sala de investigación, a veces ayuda a la sección de investigaciones a responder las solicitudes del Ministerio Público.


Hace años, el archivo policial tenía una sólida presencia en línea a través de su bien alimentado sitio web (ahora eliminado), su constante flujo de noticias en Twitter y Facebook, y sus videos ocasionales en YouTube. Al prepararnos para salir del archivo, le preguntamos a Ulda si existía algún plan para crear una página web o una cuenta en redes sociales para el AHPN. La invisibilidad actual de la institución —su falta de presencia pública en línea y la dificultad incluso para encontrar el edificio— es claramente un enorme obstáculo para los visitantes. ¿Cómo informa el AHPN a los investigadores o comparte noticias sobre el progreso del archivo? Por ejemplo, ¿cómo difundirían la reciente digitalización del conjunto de archivos de Huehuetenango, un verdadero logro?

Ulda afirmó que el AHPN no tiene permitido crear su propia página web ni comunicarse unilateralmente con el público. Estas decisiones deben ser tomadas por el Ministerio de Cultura y Deportes o por la dirección del archivo nacional. Tampoco existe un procedimiento establecido para compartir actualizaciones sobre los avances del archivo; las personas externas se enteran de ellos por información de boca a boca, a través de visitantes que publican en sus propias redes sociales o a través de algún artículo periodístico ocasional.

A pesar de su cargo como Coordinadora del AHPN, Ulda, junto con el resto de sus colegas del archivo policial, es lo que en Guatemala se conoce como una "029", es decir, una empleada con contrato temporal, en lugar de ocupar un puesto fijo. Los contratos del archivo tienen una duración de solo tres meses y deben renovarse cuatro veces al año. Esa falta de estabilidad, incluso para el personal de mayor jerarquía —esa impermanencia e incertidumbre sobre su futuro—, explica por qué la persona que dirige las funciones diarias del archivo no tiene la autoridad para decidir si lanzar un sitio web, contactar a universidades o difundir los logros del archivo.

Cuando le dijimos a Ulda que íbamos a hablar con un funcionario del MICUDE, hizo un gesto de oración con las manos, como diciendo: «Por favor, busquen ayuda».

La lucha por los archivos, otra vez

Lamentablemente, la ayuda no está en camino. Si bien la elección del candidato moderado y prodemocrático Bernardo Arévalo como presidente en 2023 suponía un renovado enfoque en los derechos humanos, Arévalo y su administración han tenido que gobernar bajo el ataque constante de congresistas conservadores y de la fiscal general, Consuelo Porras. Entre ambos, han intentado enjuiciar al presidente 13 veces y diez veces despojarlo de su inmunidad. La lucha política en curso ha dejado huérfanas a las iniciativas de justicia transicional y memoria, entre ellas el archivo policial.

Expresamos nuestra preocupación por el AHPN durante una reunión con la Viceministra de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, Laura Cotí Lux, una de las funcionarias clave que supervisa los archivos gubernamentales en Guatemala, incluso el AHPN. Ella coincidió de inmediato en que el archivo policial necesitaba más recursos para operar con eficacia. Pero el MICUDE no es propietario exclusivo de los edificios que albergan el archivo policial ni de los terrenos en los que se ubican, añadió, a pesar de la sentencia del Tribunal Supremo de 2020. Éstos siguen perteneciendo al Ministerio del Interior.

“Las condiciones del edificio no son ideales, como vieron. Pero no queremos invertir muchos recursos en mejorar las instalaciones mientras no tengamos la garantía de conservarlas. Cada año hay más limitaciones en el espacio disponible; el AHPN se ve reducido [por la Policía Nacional Civil—PNC] a zonas cada vez más pequeñas. Cada año el territorio de la PNC se expande y nos rodea más.”

Dada la escasez de recursos disponibles para el archivo en el presupuesto federal, Cotí Lux afirmó que los donantes internacionales pueden volver a realizar donaciones directamente al AHPN; sin embargo, no observamos evidencia de una campaña activa para solicitar fondos, ni hay nadie que lidere dicha iniciativa.[10] La viceministra señaló la falta de archivistas profesionales en Guatemala como una de las razones de la escasa plantilla de trabajadores contratados, a pesar de que la era de Meoño dejó un legado de empleados del archivo experimentados y capacitados que fueron quienes rescataron el repositorio abandonado y se encargaron de la institución en que se convirtió. Durante los presidentes Morales y Giammattei, todos menos uno fueron despedidos. Cuando preguntamos por qué el AHPN aún no cuenta con un sitio web ni un programa de difusión, Cotí Lux nos respondió que es Haroldo Zamora, director del Archivo General de la Nación (AGCA), quien toma las decisiones sobre la estrategia de comunicación del archivo policial, no el MICUDE.[11]

El Ministerio de Gobernación y el Ministerio de Cultura y Deportes han expresado su disposición a invertir nuevos recursos en el AHPN para mejorar las condiciones del archivo, pero hasta la fecha esas palabras no se han traducido en acciones concretas. El escaso compromiso del gobierno actual con la mejora del archivo policial implica que las conclusiones de la Asociación de Amigos de la UNESCO en Guatemala en su informe —escrito al final del gobierno de Giammattei en febrero de 2023— siguen vigentes hoy, 18 meses después del inicio de la presidencia de Arévalo. El AHPN necesita espacio, financiación, personal, tecnología, seguridad y mejoras de infraestructura adecuadas para su correcto funcionamiento. Necesita puestos permanentes para su estabilidad y continuidad. Y necesita que se le garantice el derecho al terreno donde se asienta y a los edificios que ocupa. (pp. 32-34)

De nuestra propia experiencia visitando el archivo, podemos añadir que la institución necesita urgentemente una dirección física, un número de teléfono y un correo electrónico para que los investigadores externos puedan contactar directamente con el AHPN. Debe contar con una entrada independiente y protegida, plazas de aparcamiento para el personal y los visitantes, y un área dedicada a eventos comunitarios. Y el Archivo General de Centroamérica (AGCA) debería facilitar de inmediato la creación de un nuevo sitio web y reabrir las cuentas de redes sociales del archivo, restableciendo así el acceso público a las publicaciones pasadas del archivo, fotografías, videos y el relato histórico de sus actividades.

El hecho de que el archivo policial haya sobrevivido años de hostilidad por parte de gobiernos anteriores y siga sobreviviendo al lento ritmo de asistencia de la actual administración es testimonio del activismo sostenido de la sociedad civil guatemalteca y de los simpatizantes internacionales. La solidaridad que la coalición de amigos del AHPN demostró a lo largo de los años al presionar a Guatemala para que preservara el archivo contribuyó a garantizar su continuidad. Pero quizás la acción más importante que los simpatizantes del AHPN pueden realizar hoy sea la más sencilla: programar una visita. Investiguen sus vastos fondos, soliciten copias de documentos, hablen con el personal, compartan su experiencia en redes sociales y exijan que el gobierno aumente los recursos del archivo policial.

El AHPN es un tesoro de la historia guatemalteca. Si bien sus circunstancias son únicas, se enmarca en un movimiento más amplio de justicia transicional, que se sustenta en una sociedad civil activa y vocal. Guatemala fue en su día un símbolo de este esfuerzo para países de todo el mundo; puede volver a serlo.

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Antes de irnos de Guatemala, nos sentamos a conversar con un grupo de extrabajadores del AHPN. Formaron parte de la primera generación de personas contratadas por Gustavo Meoño después de 2005 para ayudar a rescatar los enormes y deteriorados archivos de la Policía Nacional: limpiarlos, clasificarlos, escanearlos y abrirlos al público. Ninguno de ellos trabaja allí ahora. Acordamos no nombrarlos para que pudieran hablar con libertad. Pero la mayoría de sus historias estaban teñidas de nostalgia, no de amargura.

Hablaron del papel que el archivo ha desempeñado en sus vidas y carreras como archivistas e investigadores. También reconocieron la singular experiencia de contribuir al éxito de los juicios de derechos humanos a través de su trabajo en el AHPN. «Trabajar allí fue un privilegio. Cuando los documentos empiezan a hablar...», se le llenaron los ojos de lágrimas al hablar. Todos asintieron.

Notes

[1] Véase el resumen en inglés del informe de la CEH, Guatemala, Memoria del Silencio: Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, Conclusiones y Recomendaciones (págs. 17 y 20) para obtener estadísticas sobre las víctimas y los perpetradores de abusos de los derechos humanos durante el conflicto.

[2] En 2022, Porras fue designado para un nuevo mandato de cuatro años por el sucesor de Morales, el presidente Alejandro Giammattei.

[3] Un juez firmó una orden de arresto en su contra en 2023, acusándolo por su presunto papel en un atentado con bomba en 1980 en la ciudad de Guatemala, cuando Meoño era miembro del grupo insurgente Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP).

[4] Cabe destacar que, a partir de 2019, cuando el archivo policial se convirtió en una colección del Archivo Nacional de Guatemala, su nombre se cambió a Fondo Documental del Antiguo Archivo Histórico de la Policía Nacional (FDaAHPN). La torpeza de este nuevo acrónimo explica, sin duda, por qué la mayoría de los guatemaltecos aún se refieren a la colección como el AHPN, y nosotros hacemos lo mismo en esta publicación.

[5] Como consultor del PNUD en 2019, el archivista español Antonio González Quintana concluyó que la institucionalización del AHPN era un paso necesario para su evolución. Escribió que, como bien patrimonial cultural de interés para el país, debería ser protegido por las instituciones públicas, que deben velar por su salvaguardia y uso. https://nsarchive.gwu.edu/document/19327-plan-estrate-gico-ahpn (p. 17)

[6] Los autores del informe fueron Lucía Pellecer, Luisa Rivas, Daniel Barczay, Rodolfo Kepfer y Juan Muñoz.

[7] El AHPN no sólo está compuesto por millones de páginas de archivos de la sede central de la antigua Policía Nacional en la Ciudad de Guatemala, sino de archivos históricos que han sido transportados al archivo desde muchos de los 22 departamentos del país.

[8] El AHPN, al igual que todos los archivos gubernamentales, debe proporcionar registros para las investigaciones judiciales en curso. Dar respuesta a la gran cantidad de solicitudes supone un reto considerable en las condiciones actuales.

[9] Cuando visitamos el AHPN en 2023, probamos el sistema nosotras mismas. Descubrimos que, con la ayuda del funcionario de investigaciones, pudimos consultar la base de datos sobre temas de nuestro interés (como ciertos casos de derechos humanos, nombres de lugares, nombres de víctimas o exfuncionarios guatemaltecos) e identificar registros relevantes. Solicitamos copias de los registros y Bautista nos envió versiones digitales por correo electrónico en una semana.

[10] El primer director del AHPN, Gustavo Meoño, recaudó millones de dólares para el archivo a lo largo de los años, hasta que fue acusado por funcionarios del gobierno de Morales de canalizar ilegalmente dinero extranjero a la institución. Por lo tanto, el incentivo para reanudar tales acuerdos no es claro de inmediato.

[11] Hoy en día, el único lugar donde se pueden encontrar los informes sumamente útiles e informativos que el personal del AHPN escribió describiendo la riqueza del archivo es un sitio web alojado por la Universidad de Texas en Austin, que contiene una copia de los 20 millones de registros escaneados antes del despido de Meoño en 2018. Para encontrar los diez informes, vaya a la página Acerca de y desplácese hacia abajo hasta "Recursos relacionados".

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José Romero advirtió sobre el retiro de documentos y fotografías que narran la historia portuaria de la provincia.

Advierten por el retiro irregular y daños en archivos históricos de Vías Navegables

https://www.elonce.com/

El historiador José Romero advirtió sobre el retiro de documentos y fotografías que narran la historia portuaria de la provincia.
José Romero

El historiador y profesor José Romero denunció públicamente el retiro y el mal manejo de documentos históricos pertenecientes a Vías Navegables en Paraná. Se trata de archivos y fotografías que datan desde 1889 y que reflejan el desarrollo de los puertos entrerrianos.

Romero relató a Elonce que una empresa contratada por la Agencia de Puerto y Vías Navegables de Buenos Aires ya comenzó con la tarea de trasladar el material. “Hoy es un día triste, muy triste, porque pudimos constatar que ya empezó la empresa contratada a dar continuidad al retiro de documentos históricos e imágenes que son referentes a la historia de los puertos de nuestra provincia”, sostuvo.

Manejo indebido

El historiador criticó las condiciones en que se está llevando a cabo el traslado. “Parece que la destrucción es arbitraria. Entrar y ver imágenes rotas en el piso, pisándolas, metiéndolas en bolsas de consorcio. Es un mal manejo, nada profesional”, describió.

Además, agregó que “lo que están haciendo hoy es una aberración, no se preserva. Si no, no habría imágenes pisadas, rotas en el piso, planos destruidos. Eso un trabajador de 12 años sabe que nunca estuvo así”.



Riesgo para la memoria colectiva

Romero alertó que el acuerdo firmado por el gobernador establecía que los bienes serían preservados, digitalizados e inventariados en destino. Sin embargo, afirmó que esa condición no se cumple. “¿Qué van a inventariar en destino si no sabemos qué llega preservado? El manejo no profesional lleva a la destrucción, a borrarnos la posibilidad de enseñarle a nuestros alumnos el día de mañana nuestra propia historia”, cuestionó.

Entre los documentos comprometidos, mencionó carpetas de obra, planos de construcción, imágenes de puertos y registros que narraban los procesos y la repercusión social de las obras portuarias. “Todo eso que es digno de investigar y transmitir a otras generaciones ya fue. Perdimos la gran oportunidad de accionar”, lamentó.

Importancia cultural

Para Romero, la situación debe llamar a la reflexión sobre la valoración de la memoria provincial. “En la Feria del Libro, el primer día se agotó el libro que escribió el profesor Walter Musich, de la mano de Ignacio Pereira, con las imágenes hablando de la historia de Paraná. Eso tiene que llamarnos a la reflexión: a los paranaenses nos interesa nuestra historia y nuestra cultura. Los funcionarios no están dando respuesta”, concluyó.










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Más de 230 mil documentos oficiales de 1973 y 1990 declarados Monumento Histórico por el Ministerio de Defensa Nacional

Archivos secretos de la dictadura son declarados Monumento Histórico: más de 230 mil documentos son custodiados por el Ministerio de Defensa
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En un hecho inédito y a solicitud del Ministerio de Defensa Nacional, más de 230 mil documentos oficiales emitidos entre 1973 y 1990 obtendrán una protección especial luego que Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) aprobara declararlos como Monumento Histórico en su sesión del miércoles 3 de septiembre.

Los documentos revisados hasta ahora, en su mayoría catalogados como secretos o reservados, contienen información valiosa que da cuenta del control que ejercían las Fuerzas Armadas sobre todos los órganos de la Administración del Estado.

La ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, destacó el aporte de este material al Plan Nacional de Búsqueda, que busca reunir información que permita establecer el paradero de las víctimas de desaparición forzada durante la dictadura.

“Aquí hay mucha información que ayuda, que da hilo para poder encontrar. Todos necesitamos saber qué pasó, qué pasó con mi hijo, qué pasó con mi madre, qué pasó con mi hermano. Ese es un tema de humanidad. Cada búsqueda, cada encuentro de una persona nos hace mejores como país, nos podemos mirar con más tranquilidad y el que pueda aportar y el que tenga algo que aportar para esto es evitar un sufrimiento que se ha alargado por demasiados años” dijo.

La secretaria de Estado entregó detalles de los documentos, junto a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo; el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo; el subsecretario de Defensa, Ricardo Montero; y la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez.

Entre los archivos figura, por ejemplo, una orden del ex general Augusto Pinochet para que las detenciones realizadas por los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas sean comunicadas en detalle al Ministerio del Interior, especificando cuando fuera necesaria la reserva de la información.

Otros documentos contienen instrucciones que prohíben a personal de las FFAA declarar en procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos sin el conocimiento del ministro de Defensa y ordenan desvirtuar toda “campaña de ataques” a las instituciones armadas.

La ministra Carolina Arredondo afirmó que “este es un avance que nos permite por una parte declarar la importancia histórica que tiene este archivo, que además ha estado durante los últimos años el equipo del Ministerio de Defensa sistematizando, digitalizando, para poder poner a disposición de la ciudadanía este archivo que es tan valioso, de un periodo de quiebre democrático en nuestro país”.

De los más de 230 mil documentos del Archivo Institucional del Ministerio de Defensa, contenidos en 772 tomos, hasta ahora se han revisado 494 volúmenes como parte del Proyecto Mnemósine, iniciativa desarrollada en 2023 con ocasión de los 50 años del Golpe Militar.

El proyecto culminó en un informe con una selección de 66 documentos, entregado al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en septiembre de 2024, como una forma de contribuir al Plan Nacional de Búsqueda.

“Este es un trabajo que no solo aporta a la memoria histórica de nuestro país sino que es un trabajo fundamental en el Plan Nacional de Búsqueda, que tiene que ser una política de Estado y volvemos a reiterar el llamado a que todas las fuerzas políticas, si efectivamente tienen un compromiso genuino con la democracia y el respeto a los derechos humanos, aseguren la continuidad del plan, más allá de quien salga electo en el próximo gobierno”, señaló el ministro Gajardo.

Tras la declaración como Monumento Histórico, los documentos del Ministerio de Defensa emitidos entre 1973 y 1990 estarán protegidos por el Consejo de Monumentos Nacionales y todo trabajo de conservación, reparación o restauración, será supervisada por dicha institución.

Actualmente se trabaja en la digitalización de los documentos para facilitar su consulta por parte del público. Por el momento, los interesados en revisarlos pueden agendar visitas al correo archivoinstitucional@defensa.cl.

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El archivo secreto de Virgil Abloh

El archivo secreto de Virgil Abloh
https://www.revistagq.com/
Samuel Hine


En los años transcurridos desde la muerte del que fuera director creativo de Off-White y Louis Vuitton, un equipo de archivistas ha catalogado incansablemente una de las colecciones privadas de moda más notables conocidas. 
Aquí te la enseñamos en primicia.

A principios de este año, este año, me abrieron la puerta de un almacén anodino situado en algún lugar de Chicago. En el interior, tras atravesar varias puertas de seguridad y una verja cerrada, accedí a un almacén privado, un laberinto de estanterías que se extendían del suelo al techo, cargadas de millares de idénticas cajas grises.

Me venía a la mente la escena final de En busca del arca perdida. Pocas personas —aparte del reducido personal con guantes blancos que había organizado con esmero el contenido—, saben que se trata de uno de los depósitos más significativos y valiosos de la historia de la moda moderna: la colección de zapatillas de Virgil Abloh.

Así es como conocí el Virgil Abloh Archive (VAA) o, al menos, la mitad de lo que atesora. El archivo —fruto de tres años de búsqueda y clasificación del ingente material del difunto diseñador—, se custodia en estas instalaciones de Chicago y en otro almacén secreto en Milwaukee. En conjunto, albergan unas 20.000 prendas, zapatos, bolsos, documentos, obras de arte y recuerdos personales que pertenecieron a la fuerza creativa más prolífica de su época.

Abloh quería dejar un legado. Mucho antes de convertirse en famoso protagonista de retrospectivas museísticas, ya había desarrollado un instinto agudo para saber qué conservar. Cuando estudiaba arquitectura, ya guardaba sus cuadernos y carpetas en una caja de cartón, el primero de los muchos depósitos que vendrían después. “Paralelamente a su práctica como creador, Virgil tendía a trabajar y pensar de forma archivística”, afirma su colaborador Mahfuz Sultan, codirector del archivo.


En 2022, un año después de la muerte de Abloh a causa de un extraño tipo de cáncer, su mujer, Shannon, contrató a un equipo de archivistas profesionales para que rastrearan las pertenencias de Abloh por todo el mundo. “El Archivo Virgil Abloh es mi forma de compartir a Virgil con el mundo, no solo su obra, sino también su espíritu, su proceso [de trabajo] y su humanidad”, explica Shannon Abloh. “Quiero que sean partícipes de la infinita curiosidad de Virgil, que entiendan cómo pensaba y cómo creaba”. Recopilar todo el archivo supuso un trabajo inmenso. Solo el material que VAS recuperó de las oficinas del diseñador en París llenó siete contenedores.

Tras tres días inspeccionando el archivo, ya pude intuir cómo brotaban las ideas del cerebro de Abloh. Lo vi especialmente en una maqueta conceptual de zapatillas Nike x Prada y en una colección para Louis Vuitton que garabateó en hojas sueltas mucho antes de conseguir el puesto (resulta que el rey del WhatsApp era un dibujante compulsivo).

6.000 pares de zapatillas de ABLOTH guardadas ordenadas en cajas grises de archivo

Otros objetos personales más mundanos —billetes de avión en clase turista, pases de acceso total o iPhones estropeados que iba acumulando a medida que ascendía a la cima de la moda— me resultaron aún más conmovedores, pero también muy reveladores. Había también objetos que dolía ver por su potencial perdido, como un par de robustas tijeras de plata que tenía previsto fabricar en colaboración con el artista Sterling Ruby.

Sultan especula con la posibilidad de que Abloh estuviera preparándose para exponer su archivo de alguna forma antes de morir. “Estaba diseñando todo tipo de armarios y vitrinas con la vista puesta en la exposición museológica”, afirma. Abloh solía bromear diciendo: “Todo lo que hago es para la versión de 17 años de mí mismo”. Y ése es el espíritu con el que VAS pretende abrir el archivo al público. Shannon afirma: “Mi esperanza es que, a través de sus ideas y su vasta colección, las futuras generaciones puedan construir sobre la obra de Virgil y dejar su propia huella”. Este mes de septiembre se inaugura en el Grand Palais de París la primera exposición pública de la VAA, Virgil Abloh: The Codes, comisariada por Mahfuz y Chloe Sultan.

¿Qué pretendía realmente Abloh? Como señaló el diseñador en una ocasión, Marcel Duchamp (a quien llamaba descaradamente su “abogado”) solo necesitó 13 objetos encontrados para cambiar la historia del arte. Y en efecto, con un puñado de franelas serigrafiadas y otras tantas zapatillas, Abloh canalizó una nueva energía moderna y remodeló la moda. Pero desde mi punto de vista, el propio archivo parecía su obra más importante, como si siempre hubiera sabido que su contribución más significativa sería abrir las puertas de su singular universo creativo para que lo descubriera una nueva generación. Y no creo que estuviera ni siquiera cerca de terminar. Al final del tercer día, mientras rebuscaba entre los recuerdos de su oficina de París, mis ojos se posaron en una pila de cuadernos blancos y azules. Hojeé las páginas vacías, preguntándome con qué las habría llenado, cuántos almacenes más habría necesitado si su vida no hubiera sido tan corta.


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