Alzheimer digital: perdida de memoria almacenada en formatos tecnologicos pronto obsoletos

>>  viernes, 31 de mayo de 2013

Alarma a Unesco 'alzheimer digital'
http://educacionadebate.org/ 31/05/2013

La UNESCO calcula que 80 por ciento de los 200 millones de horas resguardadas en los archivos de televisión del mundo desaparecerán para [...]

La NASA perdió las grabaciones de Neil Armstrong cuando pisó la Luna en 1969. Tampoco pudo consultar imágenes del amartizaje de la sonda Mars Viking en 1976 porque estaban archivadas en tecnología caduca. Hubo que recurrir a la “ingeniería inversa” para construir dispositivos apropiados que permitieran recuperar la información del Planeta Rojo.

La UNESCO calcula que 80 por ciento de los 200 millones de horas resguardadas en los archivos de televisión del mundo desaparecerán para 2015.

Afrontamos el riesgo de un “alzheimer digital”, previene Janis Karklins, responsable de Comunicación e Información de la UNESCO.

La pérdida de memoria almacenada en formatos tecnológicos pronto obsoletos, y por lo mismo inaccesibles, anticipa una oscura era digital que alarma no sólo a Karklins, sino al organismo en su conjunto, promotor del congreso más ambicioso en la historia sobre este tema, que reunirá en Marsella, el próximo octubre, a cientos de especialistas de campos tan diversos como la ciencia, la industria, la política, la educación, la ingeniería, la arqueología, el cine o la informática.

Es la segunda reunión internacional convocada por la UNESCO en un año; la anterior fue una conferencia en Vancouver, Canadá, en septiembre de 2012.

Jamie Schlese, investigador de la Universidad Americana de Washington, advirtió en Vancouver que la memoria cultural puede perderse por permanecer en plataformas de corporaciones privadas, como Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.

Recuerda que tras la tragedia de Virginia Tech en 2007 – cuando un hombre mató a 32 estudiantes del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia–, personas no ligadas a los fallecidos o a las familias de estos produjeron materiales, difundidos en Youtube, que honraban la memoria de las víctimas. Son obras incluso de arte, dice, que muestran una respuesta social, pública, depositada sin embargo en una empresa que no persigue la preservación patrimonial.

Las movilizaciones en Túnez y Egipto que precipitaron la caída de regímenes dictatoriales entre 2011 y 2013 –durante la denominada “Primavera árabe”– conjugaron las acciones callejeras con la propagación de tuits ahora desaparecidos.

Los investigadores Hany M. SalahEldeen y Michael L. Nelson, adscritos a la Universidad de Cornell, descubrieron que 11 por ciento de la información compartida en las redes sociales desaparece en un año, y 0.02 por ciento continúa eliminándose cada día.

Para su estudio escogieron seis acontecimientos producidos entre junio de 2009 y marzo de 2012: el brote del virus H1N1, la muerte de Michael Jackson, las elecciones iraníes, el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, la revolución egipcia y las revueltas en Siria.

“El problema con los materiales que nacen digitales es la permanencia. Su función es, ciertamente, proporcionar información actualizada, pero ¿cuando quieres consultar cinco años atrás, dónde buscas?”, cuestiona Rosa María Fernández, especialista del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM y presidenta del comité mexicano del programa Memoria del Mundo de la UNESCO.

Juan Voutssas, también investigador del IIBI y autor de Cómo proteger el patrimonio digital en México, señala que en 2012 se generó casi un zettabyte de información.

“Estamos hablando de un 1 con 21 ceros de bytes. Son mil trillones de bytes, y es sólo un año, no la información acumulada en la historia de la humanidad. Si no hay un modo de acomodarlo, indizarlo y recuperarlo, ese material está perdido”.

Voutssas aclara que debe distinguirse entre la información digitalizada, es decir la proveniente de soportes tradicionales, como el papel, y la que nació digital.

“El material digital tiene que preservarse desde el primer día. De otra manera ¿cómo garantizar su autenticidad e integridad? Desde el primer día tienen que seguirse las reglas, establecer quién lo creó, cuándo, dónde, quién puede modificarlo, por qué…”

Estos elementos se han denominado “metadatos” y son primordiales en la conservación de los acervos digitales, puntualiza.

“Mucha gente cree que la preservación es un problema tecnológico meramente, un problema de soportes. No es cierto. Los soportes forman parte del problema, pero en la inmensa mayoría de los casos es un problema de método: 80 por ciento es método, 20 por ciento tecnología”.

Sin un almacenamiento adecuado de estos archivos, agrega, se pierde la memoria de las instituciones y de los países, además de fallar la fiscalización hacia las acciones de los gobiernos.

La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la información, de 2002, y la Ley Federal de Archivos, publicada el año pasado, aumentaron en México la atención a los archivos digitales, pero ni este País ni ningún otro tienen suficientes profesionales para la preservación de los mismos, señala Voutssas.

Por eso la británica Anne Thurston, directora de la Fundación Internacional de Gestión de Documentos, insiste en la vulnerabilidad de este patrimonio.

“Los archivos digitales son sumamente frágiles y pueden perderse fácilmente, borrarse, corromperse o alterarse. Si ocurriera alguna catástrofe y no se hubieran tomado todas las precauciones necesarias para protegerlos, las consecuencias serían nefastas para la transparencia y responsabilidad de los gobiernos, las oportunidades económicas, los derechos de los ciudadanos y la preservación del conocimiento. Si bien es frecuente que los documentos en papel se roben o se quemen durante las guerras, muchos documentos originales sobreviven; puede que esto no suceda con los archivos digitales”.

Alerta mundial
En la declaración de Vancouver, la UNESCO insta a los países miembros a:

-Desarrollar políticas públicas que garanticen la preservación del patrimonio digital.
-Desarrollar marcos legales para preservarlo y hacerlo accesible.
-Crear estrategias que garanticen archivos gubernamentales veraces y confiables.
-Impulsar candidaturas de acervos digitales para el programa Memoria del Mundo de la UNESCO.

Consulta gratuita
El Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM dispone de un sitio en su página de internet (http://iibi.unam.mx/archivistica/) dedicado a la preservación de archivos digitales institucionales, con diversos materiales, por ejemplo glosario, normativas, así como libros gratuitos y descargables. Uno de ellos es “Preservación del patrimonio documental digital en México”, del investigador Juan Voutssas, quien también publicó, hace unas semanas “Cómo preservar mi patrimonio digital personal”, que puede leerse en http://iibi.unam.mx/opLibros.html

El especialista advierte que los acervos personales –con fotos, música, grabaciones de imágenes y tareas, entre muchos otros materiales– enfrentan un riesgo mayor de pérdida porque sus propietarios desconocen las técnicas de preservación.

Publicó Reforma.

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