NUESTRA OTRA VIDA LA ON LINE

>>  lunes, 4 de abril de 2011


Una vida on line
SITE: http://www.lavozdelpueblo.com.ar
FECHA: 04/04/2011
AUTOR: Andrés Mazzitelli
Facebook-Youtube-Twitter y elfenómeno de las redes sociales 
Está claro que tener unavida on line no es lo mismo que tener una vida.
Sin embargo, da la sensación que es casi imposiblehoy día no tener una vida on line. La misma Red está diseñada para eso, paratentar al usuario a convertirse en habitante de ese universo virtual.
Tal vez en eso se afirma el éxito de las redessociales. Porque está claro que estamos viviendo en los tiempos de las redessociales.
Facebook, por ejemplo, tiene 500 millones deusuarios activos en todo el planeta. Para dar una idea de lo que eso significa,equivale casi exactamente a la cantidad de habitantes de todos los países de laUnión europea juntos. Es una enorme cantidad de actividad. Detrás de Facebook,la red social Twitter afirma contar con 105 millones de usuarios, aunque se diceque el 40% de éstos jamás enviaron un tweet, que es como se conoce a losmensajes en esa red.
Mi vida on line consiste en lo siguiente: tengouna casilla de correo electrónico de Hotmail y otra de Yahoo. Abrí hace tiempouna casilla en My Space, porque escuché que era útil para difundir música, peronunca aprendí a cargar una sola canción, así que la abandoné. Entonces quiseeliminarla, pero olvidé la contraseña, por lo tanto, ahí quedó, abandonada comoun velero vacío en alta mar. También tengo tres blogs: uno para mis textosliterarios y canciones, otro para mi escuela de música y el último y másreciente, para promocionar la obra de teatro que escribí el año pasado. Peroactualizar todo eso sería como tener otro trabajo, de manera que ahí están. De vezen cuando les dedico un rato.
También probé Facebook. Lo que primero sentí esque era como un álbum de fotos de todo el mundo. Así que puse fotos. Me pareciódivertido hasta cierto punto. Porque tengo muchas fotos, de esas viejas, de lasde papel. No sé si saben de lo que hablo. El poner fotos de épocas pretéritasgeneró contacto simpático y afectuoso con amigos lejanos y familiares que hacíadécadas no veía. Eso me pareció interesante.
Pero después empecé a ver que, cuando la genteagotaba su pasado fotográfico, comenzaba a fotografiar obsesivamente supresente para volcarlo instantáneamente en la red. Entonces vi cosas muyextrañas como por ejemplo: una foto de una tostada que decía "Esta es latostada que comí esta mañana".  Eso ya no me divirtió, sino que metransmitió una sensación perturbadora. Hay gente que necesita tener una vida online y cualquier cosa es válida para generar una vida on line. Se llega a unaespecie de axioma: "Si no tienes una vida, por lo menos puedes tener unavida on line, que es mucho más fácil y no cuesta casi nada...".
Si, claro que se puede tener más fácil una vida online que una vida real. Pero decididamente no es lo mismo.
Con el tiempo, llegué a una conclusión más radicaltodavía: ante tantas fotos de vidas ajenas y comentarios y me gusta y me dejóde gustar, etc, etc... más tarde o más temprano uno termina con la saludablenecesidad de no querer saber nada más de nadie, y de no necesitar que los demássepan de uno más que lo que se ve a simple vista.
¿Qué hay del famoso Twitter?  Encontré que enTwitter se puede ser seguidor de otros usuarios y que otros usuarios tambiénpueden ser seguidores de uno. El problema es que cada tweet (que es como sellama a lo que uno escribe) no puede tener más de 140 caracteres. Y estoincluye los espacios entre palabras. Es decir que estamos hablandoprácticamente de un mensaje de texto de celular. Mi verborrea se estrelló deinmediato contra esta limitación. Igual, encontré interesante contactar a otrosusuarios, como Stephen Hawking o Barack Obama, hasta que me di cuenta que esome condenaba a ver todos los mensajes que éstos publicaban y que en la perravida me iban a dirigir un miserable tweet personal (Obama, al instante deescribir esta nota tiene 7.133.862 seguidores...).
La conclusión que saqué de Twitter tiene que vercon la traducción literal de tweet, que en español sería "cacareo".Ahí cerró mi visión de Twitter: una inmensa olla llena de gente cacareando.Breves cacareos acerca de lo que sea, de lo primero que pase por la mente. Comopensamientos esquivos, fugaces y con demasiada frecuencia, con poco peso. Conel peso que puede llegar a tener un cacareo de 140 caracteres.
Demás está decir que cuando a través de Twitterintenté cacarear en algún programa deportivo para dar mi opinión (cacareo),nunca escuché que el cacareo saliera al aire, porque, por supuesto, elgallinero es grande, inmenso, inconmensurable, y todos cacarean, sobre todo losperiodistas del panel...
¿Y qué tal Youtube? Youtube por suerte no tiene enmi opinión, características formales de red social. Es un lugar en el que sepueden publicar y ver videos. El ingenioso slogan con que se identifica esclaro: "Broadcast yourself" ("Televísese usted mismo") Ytodo el mundo se televisa: la gente sube tantos videos que el sitio recibe,según sus propias cifras, más de 35 horas de video cada minuto. Hagan cuentas.No me pregunten cómo Youtube logra el milagro de mantener almacenado semejantecantidad de archivos. Y gratis. Ni siquiera puedo imaginar la cantidad dediscos rígidos necesarios para tremendo caudal de videos que, además, vasiempre en aumento.
La estadística señala que se ven 2000 millones devideos por día y que sólo desde Facebook  se consume el equivalente a másde 46 años de video cada 24 horas. Son cifras que conmocionan, por decir poco.
En Youtube hay de todo: desde la llegada delhombre a la luna hasta el cumpleaños de la nona. Como la gente publica tambiénobras sacadas del cine y la TV sujetas a derechos de autor, el sitio se ve obligadoa depurar constantemente sus archivos para no recibir demandas. Diseñaron unscanner (rastreador-buscador) para detectar videos con copyright. Se llamaContent ID. Por día "escanea" la friolera de 100 años de videos...
Claro que, es una tarea condenada al fracaso,porque si un video es quitado de la red por reclamo de derechos de autor, alinstante es subido por otros miles de usuarios. Al cabo de un tiempo, el videoya no es reclamado.
Yo usé un canal de Youtube para difundir sobretodo mi arte. (Música, teatro, etc.). Aunque no soporté la tentación y pusealgún discreto video doméstico también. No tengo cifras muy espectaculares,pero el hecho de saber de pronto que más de 50.000 personas en todo el mundoquizá escucharon una canción mía o se enteraron de mi actividad artística, mesirvió de suficiente estímulo.
Da la sensación que detrás de Youtube, Facebook,Twitter y  todas las demás redes sociales, el mundo entero estásimplemente gritando "Mírenme, existo!".
Pues si. Fíjate qué novedad. Existes. ¿No losabías?


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