ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN SE RENUEVA

>>  miércoles, 16 de abril de 2014

Recorrido por la historia
http://www.elperuano.com.pe/ 16/04/2014


Un viraje de 180 grados en la política estatal con respecto al valor de nuestro patrimonio documental está permitiendo que, finalmente, el AGN se modernice, cuente con mayor seguridad para los documentos que hablan de 500 años de nuestra historia.

El Patrimonio Documental de la Nación es testigo de la historia, y por eso es una obligación de los países conservarlos para preservar su identidad. La compleja tarea archivística exige también una modernización constante y una revisión de la legislación que el jefe institucional del Archivo General de la Nación (AGN), Pablo Maguiña Minaya, ha puesto en marcha.


El AGN estuvo abandonado por años. Hoy, no solo se ha iniciado una necesaria renovación de equipos, sino que se trabaja de una manera más organizada en la preservación de 27,000 metros lineales de documentos que testifican el paso de la época Colonial a la Republicana en una serie de registros, locales, notariales, que están conservados en cuatro sedes, siendo la más importante la que funciona en un área acondicionada del Palacio de Justicia, dotado hoy de computadoras, cámaras de seguridad, detectores de humo, renovada estantería y condiciones climáticas adecuadas.


Inversiones
Son tres millones de nuevos soles los invertidos por el AGN, es la mayor realizada en la historia del Archivo, explica Maguiña. "Queremos resaltar la predisposición del Gobierno en la protección del patrimonio documental. Lo que estamos haciendo representa un viraje de 180 grados en el trabajo, pues se ha logrado la conservación preventiva del 78% de documentos", refiere.

Sin embargo, los logros definitivos estarán encaminados cuando la Oficina de Programación e Inversiones (OPI) de la Presidencia del Consejo de Ministros apruebe la elaboración del perfil. "Tenemos el presupuesto asignado por el Gobierno para el estudio de factibilidad del expediente técnico que permitirá construir este año nuestro local, sobre un terreno de seis hectáreas, en Pueblo Libre, con un financiamiento de 57 millones de nuevos soles, que incluirá el equipamiento.

¿Por qué conservar?
"Es importante conservar este acervo documentario porque allí está nuestra historia, que se conserva para los investigadores, los estudiantes que trabajan en la elaboración de sus tesis y para aquellos que buscan nuestros orígenes", refiere Maguiña.

Cualquier persona puede solicitar estos documentos, pero como parte de la renovación de el AGN, en la actualidad existen mayores restricciones para ingresar en estos ambientes y se requiere de un carné que identifique al usuario.

Historia perdida
No tener infraestructura y equipos idóneos dio lugar a que valiosos documentos se perdieran, tanto por sustracción como por el paso del tiempo. Por ello, la creación de un catálogo de documentos faltantes fue un imperativo indispensable.

En ese sentido, Eleodoro Balboa, director de Historia del Archivo, cuenta que mucha información referida a la venta de esclavos fue sustraída.


De la etapa republicana se perdieron cartas oficiales, así como también documentos de la etapa de tránsito entre la Colonia y la República. Por ejemplo, un documento firmado por José de San Martín fue ubicado a la venta en el portal de eBay a 9,500 dólares.
Otras pérdidas se atribuyen al deterioro de la tinta ferrogálica, muy utilizada en Occidente entre 1400 y 1850, por efecto de la oxidación, la humedad, el hongo y las bacterias; amén de la manipulación constante.

Se trata de documentos de los siglos XVI, XVII, XVIII y algunos de inicios del siglo XIX. Antes se recomendaba fumigar, pero las investigaciones recientes revelan que esto también afecta. Lo ideal es la limpieza permanente, la preservación, y eso pasa por tener un local adecuado, con ambientes controlados en humedad, temperatura y otros, precisa Balboa.


Paso a la modernidad
Entre las adquisiciones para lograr la recuperación del patrimonio documental figuran dos reintegradoras de pulpa de papel y una mesa de succión para restaurar las partes faltantes, como un paso previo a la digitalización de los documentos.

Pablo Maguiña asegura que este proceso es fundamental, pues así se dejará de manipular los originales para pasar a consultas por internet, que permitirán incluso llegar a más usuarios. Es decir, la investigación presencial dejará espacio a la investigación virtual, como ocurre en los principales archivos del mundo.

Sobre este tema, Balboa precisa que primero hay que describir y catalogar para saber de qué se trata cada documento. Explica que de ese modo el catálogo se indexa con la imagen, para lo cual se requiere un software denominado Archidoc, desarrollado en España, que el Archivo General de la Nación está en proceso de adquisición.

"Se podrá describir documentos no solo en soporte de papel, sino también planos, fotografías y audiovisuales".

Un tercer aspecto se refiere a la gestión. "La idea es que el investigador ingrese al módulo de referencia, ubique el archivo y acceda a la información virtual. De esa forma lo podrá hacer desde su casa, pero primero queremos que se haga en nuestras salas de investigación".

Pérdida de documentos
Pablo Maguiña asegura que en 1987 ya había un inventario de documentos faltantes. "Hablamos de 7,975 documentos que no se sabe en qué momento se perdieron. La documentación faltante corresponde a la cooperación desde la década de 1980 hasta mediados de los noventa, consignaba los recursos que ingresaron en el país y las características de los proyectos". Eleodoro Balboa afirma que muchos documentos faltantes corresponden a la etapa de privatización de las empresas estatales.

Riqueza colonial
Entre los documentos más representativos de los 18 fondos documentales, que suman cerca de 1,800 metros lineales del archivo colonial, destaca un árbol genealógico de 1763 del oidor de la Real Audiencia, don Gregorio Ignacio Hurtado de Mendoza y Zapata, que fue extraído de su "expediente de limpieza de sangre" para ocupar el cargo. En otro documento, José de San Martín le otorga méritos a doña Juana Maso por sus servicios en el hospital del Ejército. Figura también un expediente criminal seguido por doña Luisa San Martín, mujer de Pedro Morales, contra Josefa Pastrana, esclava negra del doctor Pastrana, por adulterio practicado con su marido. Como prueba del delito, un mechón arrancado de cabello.

DATOS

El documento más antiguo que custodia el AGN es el Libro Becerro (1533). Contiene las primeras escrituras públicas de los conquistadores españoles.

Los investigadores han encontrado documentos de la Real Audiencia que demuestran que en la época colonial ya existía la conciliación como paso previo a lo judicial.

Hoy, con el boom de la construcción, los más requeridos son relacionados a temas urbanísticos y de arquitectura.

Autor: Gabriel Valdivia Vélez jvaldivia@editoraperu.com.pe

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