Las violaciones a los correos electrónicos de los mandatarios
>> sábado, 9 de mayo de 2015
¿Conviene que los mandatarios usen el e-mail?
http://eleconomista.com.mx/ 09/05/2015
http://eleconomista.com.mx/ 09/05/2015
Es muy complicado proteger las comunicaciones digitales. En Estados Unidos creen que al menos esto ayuda a la transparencia.
El año pasado unos hackers rusos pudieron leer algunos de los correos electrónicos del presidente Obama, en una violación de los sistemas no clasificados de la Casa Blanca, informó The New York Times. Los atacantes no parecen haber penetrado los servidores que le dan soporte a su BlackBerry personal, pero también pudieron acceder a los archivos de correo electrónico de algunos empleados de la Casa Blanca, llegando a mensajes salientes y entrantes del comandante en jefe que podrían contener información sensible, como debates sobre políticas e información de su agenda.
La violación no fue un incidente independiente. El Departamento de Estado ha tratado durante meses de expulsar a hackers de sus sistemas no clasificados que lograron violaciones contra la Casa Blanca ligados a un ataque a CNN. En el 2008 trascendió que hackers chinos habían violado archivos de las campañas presidenciales de Barack Obama y John McCain. Y la mayoría de los expertos en seguridad coinciden en que la naturaleza de los ataques cibernéticos hace que algunas vulnerabilidades sean inevitables. Un asaltante dedicado puede atacar una y otra vez, pero sólo debe obtener su propósito una vez para alcanzar un objetivo.
Teniendo en cuenta los riesgos para la seguridad aparente de cualquier e-mail, ¿el presidente debería dejar de usarlo? Este debate es en realidad nuevo. El uso aparentemente normal del correo electrónico por parte del presidente Obama es un cambio dramático con sus predecesores. El número exacto de e-mails que Bill Clinton envió como como presidente es tema de debate, pero se cree que fueron unos cuantos. El presidente George W. Bush evitó el correo electrónico por completo. También lo han hecho algunas otras figuras nacionales de seguridad de alto rango, como el único que envió la hoy ex secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.
El argumento de que mantener al presidente alejado del correo electrónico hará que sus comunicaciones sean más seguras tiene objeciones. La primera es que, incluso en esta reciente serie de infracciones, el más seguro de los sistemas de mensajería digital del gobierno parece mantenerse intacto. Al menos públicamente, los organismos dirigidos por la reciente ola de ataques cibernéticos han dicho que sólo sus sistemas no clasificados fueron comprometidos: los mensajes digitales clasificados se mantienen en gran medida en sistemas completamente reservados, que los funcionarios aseguran que preservan su integridad.
Incluso si el presidente no envía mensajes electrónicos personales, a menos que todos los sistemas de la Casa Blanca cambien sus equipos de comunicación, como se supo que hizo el servicio de inteligencia ruso después de que se conocieran en los últimos años los poderes de espionaje digital de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés) de EU, las personas del círculo de Obama con los que se escribe todavía serán vulnerables para hacerles un registro digital y conocer lo que está pasando dentro de la administración.
Y ese registro digital es, en realidad, la razón más convincente por la que el presidente debe seguir usando su correo electrónico personal.
“El correo electrónico es una gran bendición para la rendición de cuentas, porque es muy fácil de dejar una huella, que se guarda en las bandejas de entrada de las personas que reciben los mensajes y rebotan en los servidores”, dijo John Wonderlich, director de Política de la Fundación Sunlight.
El correo electrónico es una gran bendición para la rendición de cuentas porque es muy fácil dejar una huella, que se guarda en las bandejas de entrada de las personas que reciben los mensajes y rebotan en los servidores”. John Wonderlich, director de Política de la Fundación Sunlight.
Los sistemas de archivado digital del gobierno son un trabajo en progreso por años, añadió Wonderlich. La candidata presidencial demócrata Hillary Clinton fue criticada a principios de año cuando se reveló que utiliza una cuenta de correo electrónico personal, frente al interés del secretario de Estado, que aboga porque deben ser confiscados los equipos en los que se procesan esos mensajes electrónicos. Recordemos que la Casa Blanca durante el periodo de George W. Bush tuvo su propio escándalo con mensajes privados.
A menudo este tipo de tácticas parecen estar motivadas políticamente, explicó Wonderlich, y es común que los funcionarios de alto rango sufran el espionaje sobre conversaciones potencialmente sensibles, desde un registro escrito a una llamada telefónica o un encuentro cara a cara.
Esta polémica no se limita a la seguridad actual; también se trata de la historia, dijo Wonderlich. Los correos electrónicos mostrarán en el futuro cómo las posiciones de un presidente evolucionaron con el tiempo, ayudando a tener una mejor perspectiva de cómo el país trabajó décadas y posiblemente siglos atrás.
Por desgracia, hay evidencia de la aversión de un mandatario al correo electrónico impulsado, al menos parcialmente, por un intento de no dejar huella de sus decisiones. En una entrevista en el 2013 con C-SPAN, el presidente Bush habló de su miedo de sufrir una “intrusión del Congreso” como lo que hizo que evitara el correo electrónico. Incluso, atribuyó a esas intromisiones que se pierdan elecciones por las repercusiones entre los ciudadanos: “Muchos presidentes se pierden en la historia cuando están nerviosos al temer que serán citados por declaraciones pasadas”.
Autor: ANDREA PETERSON / THE WASHINGTON POST
mrc
La violación no fue un incidente independiente. El Departamento de Estado ha tratado durante meses de expulsar a hackers de sus sistemas no clasificados que lograron violaciones contra la Casa Blanca ligados a un ataque a CNN. En el 2008 trascendió que hackers chinos habían violado archivos de las campañas presidenciales de Barack Obama y John McCain. Y la mayoría de los expertos en seguridad coinciden en que la naturaleza de los ataques cibernéticos hace que algunas vulnerabilidades sean inevitables. Un asaltante dedicado puede atacar una y otra vez, pero sólo debe obtener su propósito una vez para alcanzar un objetivo.
Teniendo en cuenta los riesgos para la seguridad aparente de cualquier e-mail, ¿el presidente debería dejar de usarlo? Este debate es en realidad nuevo. El uso aparentemente normal del correo electrónico por parte del presidente Obama es un cambio dramático con sus predecesores. El número exacto de e-mails que Bill Clinton envió como como presidente es tema de debate, pero se cree que fueron unos cuantos. El presidente George W. Bush evitó el correo electrónico por completo. También lo han hecho algunas otras figuras nacionales de seguridad de alto rango, como el único que envió la hoy ex secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.
El argumento de que mantener al presidente alejado del correo electrónico hará que sus comunicaciones sean más seguras tiene objeciones. La primera es que, incluso en esta reciente serie de infracciones, el más seguro de los sistemas de mensajería digital del gobierno parece mantenerse intacto. Al menos públicamente, los organismos dirigidos por la reciente ola de ataques cibernéticos han dicho que sólo sus sistemas no clasificados fueron comprometidos: los mensajes digitales clasificados se mantienen en gran medida en sistemas completamente reservados, que los funcionarios aseguran que preservan su integridad.
Incluso si el presidente no envía mensajes electrónicos personales, a menos que todos los sistemas de la Casa Blanca cambien sus equipos de comunicación, como se supo que hizo el servicio de inteligencia ruso después de que se conocieran en los últimos años los poderes de espionaje digital de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés) de EU, las personas del círculo de Obama con los que se escribe todavía serán vulnerables para hacerles un registro digital y conocer lo que está pasando dentro de la administración.
Y ese registro digital es, en realidad, la razón más convincente por la que el presidente debe seguir usando su correo electrónico personal.
“El correo electrónico es una gran bendición para la rendición de cuentas, porque es muy fácil de dejar una huella, que se guarda en las bandejas de entrada de las personas que reciben los mensajes y rebotan en los servidores”, dijo John Wonderlich, director de Política de la Fundación Sunlight.
El correo electrónico es una gran bendición para la rendición de cuentas porque es muy fácil dejar una huella, que se guarda en las bandejas de entrada de las personas que reciben los mensajes y rebotan en los servidores”. John Wonderlich, director de Política de la Fundación Sunlight.
Los sistemas de archivado digital del gobierno son un trabajo en progreso por años, añadió Wonderlich. La candidata presidencial demócrata Hillary Clinton fue criticada a principios de año cuando se reveló que utiliza una cuenta de correo electrónico personal, frente al interés del secretario de Estado, que aboga porque deben ser confiscados los equipos en los que se procesan esos mensajes electrónicos. Recordemos que la Casa Blanca durante el periodo de George W. Bush tuvo su propio escándalo con mensajes privados.
A menudo este tipo de tácticas parecen estar motivadas políticamente, explicó Wonderlich, y es común que los funcionarios de alto rango sufran el espionaje sobre conversaciones potencialmente sensibles, desde un registro escrito a una llamada telefónica o un encuentro cara a cara.
Esta polémica no se limita a la seguridad actual; también se trata de la historia, dijo Wonderlich. Los correos electrónicos mostrarán en el futuro cómo las posiciones de un presidente evolucionaron con el tiempo, ayudando a tener una mejor perspectiva de cómo el país trabajó décadas y posiblemente siglos atrás.
Por desgracia, hay evidencia de la aversión de un mandatario al correo electrónico impulsado, al menos parcialmente, por un intento de no dejar huella de sus decisiones. En una entrevista en el 2013 con C-SPAN, el presidente Bush habló de su miedo de sufrir una “intrusión del Congreso” como lo que hizo que evitara el correo electrónico. Incluso, atribuyó a esas intromisiones que se pierdan elecciones por las repercusiones entre los ciudadanos: “Muchos presidentes se pierden en la historia cuando están nerviosos al temer que serán citados por declaraciones pasadas”.
Autor: ANDREA PETERSON / THE WASHINGTON POST
mrc
0 comentarios :
Publicar un comentario