Método Authentise: Solución para proteger archivos 3D de la compartición ilegal
>> jueves, 29 de agosto de 2013
La protección contra la copia de archivos para impresión en 3D quiere prevenir el pirateo
En el mundo de la impresión en 3D la gente lleva años hablando de la posibilidad de que se copien diseños sin permiso y de que los archivos se compartan ilegalmente, algo parecido a lo que permitía Napster, el programa para compartir música. Ahora está a punto de presentarse la primera solución comercial para este problema que aún es teórico. La ha desarrollado Authentise, una start-upcon sede en Mountain View (EE.UU.).
El software de la empresa permite que los diseños se envíen a una impresora 3D de tal forma que solo se pueda imprimir una vez. "No recibes el archivo de diseño en crudo", explica Andre Wegner, cofundador y director ejecutivo de la empresa, "así que no puedes ni copiarlo, ni compartirlo".
El método de Authentise es parecido a cómo funciona Netflix, enviando a los usuarios un stream, de imágenes de vídeo solo cuando su ordenador necesita reproducir una película. Las instrucciones que informan a una impresora 3D sobre cómo ir acumulando el material para producir el objeto solo se envían a esta según las va necesitando. Una vez terminado el proceso, las instrucciones se desechan instantáneamente, dejando una impresión completa, pero ninguna representación digital plena de su diseño.
"Ya estamos en conversaciones con varias personas sobre la posibilidad de usar la tecnología para permitir comprar diseños en líneas, con una funcionalidad parecida a la de iTunes", afirma Wegner. No quiere decir qué empresas están implicadas, pero afirma que una empresa de juguetes o de películas como Disney podría usar la tecnología de Authentise para permitir a la gente pagar una pequeña cuota por imprimir, por ejemplo, un personaje de una película.
Una versión de la tecnología, llamada SendShapes, se lanzará el mes que viene. Para recibir un diseño, una persona tendrá que descargarse un pequeño programa de software que recibe el diseño en streaming y se lo pasa a una impresa n 3D. Authentise, que tiene cinco empleados, se fundó y esta parcialmente financiado por Singularity University, una organización educativa sin ánimo de lucro centrada en tecnologías del futuro y apoyada por Google y la Fundación X Prize.
Algunas empresas ya están intentando controlar que no se compartan los archivos de diseño 3D que sostienen violan sus derechos de autor. En febrero de este año, la cadena de televisión HBO exigió a nuProto, una empresa de Orlando (EE.UU.) que ofrece servicios de impresión en 3D, que dejara de imprimir docks para iPhone con un diseño inspirado en el programa Juego de Tronos. Shapeways, una empresa que cobra por imprimir diseños en sus grandes "granjas" de impresoras 3D que trabajan con muchos materiales, entre ellos el metal y la cerámica, ha contratado a un abogado para su plantilla después de varios incidentes en los que distintas empresas afirmaban que los diseñadores que usaban los servicios de la empresa y su catálogo en línea habían violado sus derechos de autor.
Wegner no defiende que Authentise pueda impedir a alguien con la motivación y los conocimientos suficientes capte el archivo de un diseño enviado por streaming. Más bien, su objetivo es hacer que el proceso de pagar por el acceso a un diseño protegido sea lo suficientemente sencillo como para que resulte más atractivo que la copia sin autorización. "Creemos que puedes hacer objetos impresos lo suficientemente baratos y fáciles de imprimir que atraigan a la mayoría de los consumidores", explica, haciendo una analogía con cómo millones de personas pagan iTunes, Amazon y Spotify para la música a pesar de que el pirateo sea muy fácil.
Michael Weinberg, abogado de plantilla de la organización sin ánimo de lucro de Washington (EE.UU.) Public Knowledge, que trabaja sobre temas de propiedad intelectual relacionadas con la tecnología, afirma que probablemente se cree un mercado para tecnología como la de Authentise cuando las mejoras tecnológicas lleven a más consumidores y empresas a comprar impresoras 3D o usar servicios de impresión 3D. Sin embargo, dicha tecnología se tendrá que usar con cuidado, y señala los intentos fallidos de la industria de la música para controlar la práctica de compartir archivos incrustando protección contra la copia o DRM en los archivos de música. Los principales servicios de descarga de música ya no usan esta tecnología.
"Hay situaciones en las que una cadena de distribución protegida puede ser muy útil", afirma Weinberg. "Piensa en alguien que quiera una pieza de repuesto original para algo que se le ha roto". Una persona en esa situación querrá estar seguro de que el diseño que recibe es el auténtico, afirma Weinberg, ya sea para imprimirlo ellos mismos, para usar el servicio de un tercero como Shapeways o al visitar una tienda física como Staples que está incorporando impresoras 3D en algunos de sus locales.
Wegner afirma que su empresa usará su tecnología solo para ofrecer alternativas más fáciles a la impresión en 3D que el uso de diseños sin autorizar, y no para incrustarla en archivos de diseño o impresoras de forma que bloqueen cómo se pueden usar. Sin embargo, otros han expresado interés por métodos más controladores de protección contra la copia.
Sean cuales sean los mecanismos de control de copia que se impongan, parece inevitable que habrá escaramuzas legales y quizá lleguen algunos casos a los tribunales. Las leyes de propiedad intelectual que afectan a los diseños 3D y los objetos físicos son mucho más complejas que las relacionadas con la copia sin autorización de música y películas, afirma Weinberg, que acaba de publicar un libro blanco sobre el copyright y la impresión en 3D. Mientras los archivos considerados "trabajos creativos", como música y películas, están protegidos sin ambigüedad por las leyes de propiedad intelectual, los "objetos útiles" tradicionalmente no están protegidos por estos derechos, y la posibilidad de proteger un diseño en 3D mediante copyright presenta muchas ambigüedades legales. Pero es poco probable que esta incertidumbre impida a las empresas intentar usar el copyright para asegurarse, afirma Weinberg. "Si quieres conseguir el control sobre el uso de algo, encontrar una forma de lograr derechos de propiedad intelectual sobre ello resulta muy atractivo".
http://www.technologyreview.es/ 29/08/2013
Enviar los diseños mediante 'streaming' a las impresoras 3D como hace Netflix con las películas podría impedir las copias sin autorización.
En el mundo de la impresión en 3D la gente lleva años hablando de la posibilidad de que se copien diseños sin permiso y de que los archivos se compartan ilegalmente, algo parecido a lo que permitía Napster, el programa para compartir música. Ahora está a punto de presentarse la primera solución comercial para este problema que aún es teórico. La ha desarrollado Authentise, una start-upcon sede en Mountain View (EE.UU.).
El software de la empresa permite que los diseños se envíen a una impresora 3D de tal forma que solo se pueda imprimir una vez. "No recibes el archivo de diseño en crudo", explica Andre Wegner, cofundador y director ejecutivo de la empresa, "así que no puedes ni copiarlo, ni compartirlo".
El método de Authentise es parecido a cómo funciona Netflix, enviando a los usuarios un stream, de imágenes de vídeo solo cuando su ordenador necesita reproducir una película. Las instrucciones que informan a una impresora 3D sobre cómo ir acumulando el material para producir el objeto solo se envían a esta según las va necesitando. Una vez terminado el proceso, las instrucciones se desechan instantáneamente, dejando una impresión completa, pero ninguna representación digital plena de su diseño.
"Ya estamos en conversaciones con varias personas sobre la posibilidad de usar la tecnología para permitir comprar diseños en líneas, con una funcionalidad parecida a la de iTunes", afirma Wegner. No quiere decir qué empresas están implicadas, pero afirma que una empresa de juguetes o de películas como Disney podría usar la tecnología de Authentise para permitir a la gente pagar una pequeña cuota por imprimir, por ejemplo, un personaje de una película.
Una versión de la tecnología, llamada SendShapes, se lanzará el mes que viene. Para recibir un diseño, una persona tendrá que descargarse un pequeño programa de software que recibe el diseño en streaming y se lo pasa a una impresa n 3D. Authentise, que tiene cinco empleados, se fundó y esta parcialmente financiado por Singularity University, una organización educativa sin ánimo de lucro centrada en tecnologías del futuro y apoyada por Google y la Fundación X Prize.
Algunas empresas ya están intentando controlar que no se compartan los archivos de diseño 3D que sostienen violan sus derechos de autor. En febrero de este año, la cadena de televisión HBO exigió a nuProto, una empresa de Orlando (EE.UU.) que ofrece servicios de impresión en 3D, que dejara de imprimir docks para iPhone con un diseño inspirado en el programa Juego de Tronos. Shapeways, una empresa que cobra por imprimir diseños en sus grandes "granjas" de impresoras 3D que trabajan con muchos materiales, entre ellos el metal y la cerámica, ha contratado a un abogado para su plantilla después de varios incidentes en los que distintas empresas afirmaban que los diseñadores que usaban los servicios de la empresa y su catálogo en línea habían violado sus derechos de autor.
Wegner no defiende que Authentise pueda impedir a alguien con la motivación y los conocimientos suficientes capte el archivo de un diseño enviado por streaming. Más bien, su objetivo es hacer que el proceso de pagar por el acceso a un diseño protegido sea lo suficientemente sencillo como para que resulte más atractivo que la copia sin autorización. "Creemos que puedes hacer objetos impresos lo suficientemente baratos y fáciles de imprimir que atraigan a la mayoría de los consumidores", explica, haciendo una analogía con cómo millones de personas pagan iTunes, Amazon y Spotify para la música a pesar de que el pirateo sea muy fácil.
Michael Weinberg, abogado de plantilla de la organización sin ánimo de lucro de Washington (EE.UU.) Public Knowledge, que trabaja sobre temas de propiedad intelectual relacionadas con la tecnología, afirma que probablemente se cree un mercado para tecnología como la de Authentise cuando las mejoras tecnológicas lleven a más consumidores y empresas a comprar impresoras 3D o usar servicios de impresión 3D. Sin embargo, dicha tecnología se tendrá que usar con cuidado, y señala los intentos fallidos de la industria de la música para controlar la práctica de compartir archivos incrustando protección contra la copia o DRM en los archivos de música. Los principales servicios de descarga de música ya no usan esta tecnología.
"Hay situaciones en las que una cadena de distribución protegida puede ser muy útil", afirma Weinberg. "Piensa en alguien que quiera una pieza de repuesto original para algo que se le ha roto". Una persona en esa situación querrá estar seguro de que el diseño que recibe es el auténtico, afirma Weinberg, ya sea para imprimirlo ellos mismos, para usar el servicio de un tercero como Shapeways o al visitar una tienda física como Staples que está incorporando impresoras 3D en algunos de sus locales.
Wegner afirma que su empresa usará su tecnología solo para ofrecer alternativas más fáciles a la impresión en 3D que el uso de diseños sin autorizar, y no para incrustarla en archivos de diseño o impresoras de forma que bloqueen cómo se pueden usar. Sin embargo, otros han expresado interés por métodos más controladores de protección contra la copia.
Sean cuales sean los mecanismos de control de copia que se impongan, parece inevitable que habrá escaramuzas legales y quizá lleguen algunos casos a los tribunales. Las leyes de propiedad intelectual que afectan a los diseños 3D y los objetos físicos son mucho más complejas que las relacionadas con la copia sin autorización de música y películas, afirma Weinberg, que acaba de publicar un libro blanco sobre el copyright y la impresión en 3D. Mientras los archivos considerados "trabajos creativos", como música y películas, están protegidos sin ambigüedad por las leyes de propiedad intelectual, los "objetos útiles" tradicionalmente no están protegidos por estos derechos, y la posibilidad de proteger un diseño en 3D mediante copyright presenta muchas ambigüedades legales. Pero es poco probable que esta incertidumbre impida a las empresas intentar usar el copyright para asegurarse, afirma Weinberg. "Si quieres conseguir el control sobre el uso de algo, encontrar una forma de lograr derechos de propiedad intelectual sobre ello resulta muy atractivo".
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