15 años después de la caída del régimen comunista abren los archivos de la Sigurimi
>> domingo, 26 de marzo de 2017
Los archivos de la policía albanesa abren 25 años después del fin del comunismo
http://es.rfi.fr/
Cada país, cada sociedad guarda en memoria el nombre de un organismo, de algo que es temido, odiado. En Albania ese nombre es la Sigurimi, el nombre de la temida policía de la época del comunismo cuyos archivos abren ahora. Una autoridad independiente tendrá a su cargo la administración de ese importante legado.
Entre los múltiples déspotas que gobernaron las "democracias socialistas" de Europa del este entre 1945 y 1989 hay uno que destaca por la longevidad de su gobierno, y por sus exacciones. Enver Hoxha, el dictador albanés que desde 1944 y hasta 1985 dirigió el país de apenas poco más de 3 millones de habitantes. Hoxha, fundador del Partido Comunista Albanés (1941), convertido más tarde en Partido del Trabajo de Albania, no sólo era un fanático estalinista, sino también un hombre que no gustaba para nada de la disidencia. Una cifra permite entender el significado de su dictadura. Entre 1944 y 1991 más de 100 000 personas fueron internadas en campos de "reducación", 20 000 fueron arrestadas y más de 6 000 desaparecieron. Hoxha murió en 1985, no vio la caída de su dictadura y el fin del mal llamado socialismo.
El gobierno del Primer ministro, Edi Rama, ha decidió proceder a la apertura de los archivos del régimen comunista. Según un n primer inventario "millones de páginas de documentos, más de 120 000 expedientes y 250 000 fichas" hacen parte del trágico tesoro, considera Gentiana Sula, la responsable de la Autoridad encargada de la apertura de los archivos.
El objetivo de esta medida sin precedente en el país que vivió aislado del mundo durante una buena parte de la dictadura de Hoxha, es acabar con las acusaciones, muchas veces infundadas, sobre la colaboración de hombres y mujeres, en su mayoría políticos, con la Sigurimi. El mediador de la República de Albania, Igli Totozani, vé en la medida "el paso obligado hacia un proceso de saneamiento" (de la vida política y social).
Gran parte de los archivos fueron destruidos entre 1991 y 1992, cuando los comunistas controlaban aún las riendas del país. Hubo más pérdidas cinco años después, cuando se generó una rebelión armada que provocó un caos completo en todo el país. Pero aun así queda mucho material que puede explotarse. Y muchos albaneses esperan saber por fin por qué fueron detenidos, por qué sus familiares desaparecieron, por qué lo que se presentó como la encarnación de un sueño social emancipador se convirtió en un infierno sobre la tierra.
Por RFI
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El líder del opositor Partido Democrático (derecha), Lulzim Basha, habla a sus seguidores en un mitín antigubernamental frente a las oficinas del Primer ministro, Edi Rama, en Tirana. 20 de ferero 2017
Un cuarto de siglo después de la caída del régimen comunista abren los archivos de la Sigurimi, la temida policía albanesa de la época. Pese a la destrucción de miles de documentos a la caída del comunismo, millones de páginas quedan por revisar. La caja de Pandora hace temblar a muchos.
Cada país, cada sociedad guarda en memoria el nombre de un organismo, de algo que es temido, odiado. En Albania ese nombre es la Sigurimi, el nombre de la temida policía de la época del comunismo cuyos archivos abren ahora. Una autoridad independiente tendrá a su cargo la administración de ese importante legado.
Entre los múltiples déspotas que gobernaron las "democracias socialistas" de Europa del este entre 1945 y 1989 hay uno que destaca por la longevidad de su gobierno, y por sus exacciones. Enver Hoxha, el dictador albanés que desde 1944 y hasta 1985 dirigió el país de apenas poco más de 3 millones de habitantes. Hoxha, fundador del Partido Comunista Albanés (1941), convertido más tarde en Partido del Trabajo de Albania, no sólo era un fanático estalinista, sino también un hombre que no gustaba para nada de la disidencia. Una cifra permite entender el significado de su dictadura. Entre 1944 y 1991 más de 100 000 personas fueron internadas en campos de "reducación", 20 000 fueron arrestadas y más de 6 000 desaparecieron. Hoxha murió en 1985, no vio la caída de su dictadura y el fin del mal llamado socialismo.
El gobierno del Primer ministro, Edi Rama, ha decidió proceder a la apertura de los archivos del régimen comunista. Según un n primer inventario "millones de páginas de documentos, más de 120 000 expedientes y 250 000 fichas" hacen parte del trágico tesoro, considera Gentiana Sula, la responsable de la Autoridad encargada de la apertura de los archivos.
El objetivo de esta medida sin precedente en el país que vivió aislado del mundo durante una buena parte de la dictadura de Hoxha, es acabar con las acusaciones, muchas veces infundadas, sobre la colaboración de hombres y mujeres, en su mayoría políticos, con la Sigurimi. El mediador de la República de Albania, Igli Totozani, vé en la medida "el paso obligado hacia un proceso de saneamiento" (de la vida política y social).
Gran parte de los archivos fueron destruidos entre 1991 y 1992, cuando los comunistas controlaban aún las riendas del país. Hubo más pérdidas cinco años después, cuando se generó una rebelión armada que provocó un caos completo en todo el país. Pero aun así queda mucho material que puede explotarse. Y muchos albaneses esperan saber por fin por qué fueron detenidos, por qué sus familiares desaparecieron, por qué lo que se presentó como la encarnación de un sueño social emancipador se convirtió en un infierno sobre la tierra.
Por RFI
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