ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS PRESENTA EXPOSICION DE CARTOGRAFIA Y DOCUMENTOS HISTORICOS IRLANDESES
>> viernes, 25 de enero de 2013
La huella irlandesa en la España del XVI al XVIII
http://www.elmundo.es/ 25/01/2013
Razones de índole religiosa y argumentos de estrategia política, pero también de oportunidad comercial y mercantil definen la huella irlandesa en la España de los siglos XVI al XVIII, fijada a través de una serie de documentos expuestos en el Archivo General de Simancas.
Amigos y aliados coyunturales durante algo más de dos centurias, Irlanda y España unieron sus intereses para defender su territorio del asedio de Isabel I de Inglaterra, los primeros, y perseverar Felipe II, por su parte, en la cruzada católica contra los protestantes.
Así lo ha resumido Ciaran O'Scean, comisario de la exposición 'Los irlandeses y la Monarquía Hispánica (1529-1800)', que permanecerá en el Archivo General de Simancas hasta el próximo junio para conmemorar la presidencia de la UE, a cargo de la República de Irlanda, durante el primer semestre de este año.
Cartografía histórica
Varios mapas, entre ellos una planta cartográfica del puerto de Kyllibergs (provincia del Ulster) fechada en 1596, y algo menos de medio de centenar de documentos, componen este catálogo que ocupa dos salas del Archivo General de Simancas, de donde proceden todos ellos.
No menos de 120.000 irlandeses protagonizaron un exilio forzoso en España y en las colonias hispanas de ultramar, que comenzó durante el reinado de Felipe II, hacia 1570, por razones confesionales, y que tuvo su expresión principal en el apoyo a la causa irlandesa contra Inglaterra durante la Guerra de los Nueve Años (1594-1603), ya con Felipe III como soberano desde 1598.
Uno de los textos más antiguos, datado en 1529 en Toledo, contiene las instrucciones diplomáticas de Carlos V a su capellán, enviado a tierras irlandesas por el emperador para gestionar un tratado de mutua protección con el conde de Desmond, uno de los hombres más poderosos de aquel país.
La persecución de los católicos en Irlanda dio lugar a la apertura de seminarios en diversas ciudades españolas -el primero en Valladolid (1590) y luego en Salamanca, Santiago, Madrid, Sevilla y Alcalá-, siempre en núcleos de raigambre académica, para formar a sacerdotes de esa nacionalidad al no poder hacerlo en su país.
http://www.elmundo.es/ 25/01/2013
Razones de índole religiosa y argumentos de estrategia política, pero también de oportunidad comercial y mercantil definen la huella irlandesa en la España de los siglos XVI al XVIII, fijada a través de una serie de documentos expuestos en el Archivo General de Simancas.
Amigos y aliados coyunturales durante algo más de dos centurias, Irlanda y España unieron sus intereses para defender su territorio del asedio de Isabel I de Inglaterra, los primeros, y perseverar Felipe II, por su parte, en la cruzada católica contra los protestantes.
Así lo ha resumido Ciaran O'Scean, comisario de la exposición 'Los irlandeses y la Monarquía Hispánica (1529-1800)', que permanecerá en el Archivo General de Simancas hasta el próximo junio para conmemorar la presidencia de la UE, a cargo de la República de Irlanda, durante el primer semestre de este año.
Cartografía histórica
Varios mapas, entre ellos una planta cartográfica del puerto de Kyllibergs (provincia del Ulster) fechada en 1596, y algo menos de medio de centenar de documentos, componen este catálogo que ocupa dos salas del Archivo General de Simancas, de donde proceden todos ellos.
No menos de 120.000 irlandeses protagonizaron un exilio forzoso en España y en las colonias hispanas de ultramar, que comenzó durante el reinado de Felipe II, hacia 1570, por razones confesionales, y que tuvo su expresión principal en el apoyo a la causa irlandesa contra Inglaterra durante la Guerra de los Nueve Años (1594-1603), ya con Felipe III como soberano desde 1598.
Uno de los textos más antiguos, datado en 1529 en Toledo, contiene las instrucciones diplomáticas de Carlos V a su capellán, enviado a tierras irlandesas por el emperador para gestionar un tratado de mutua protección con el conde de Desmond, uno de los hombres más poderosos de aquel país.
La persecución de los católicos en Irlanda dio lugar a la apertura de seminarios en diversas ciudades españolas -el primero en Valladolid (1590) y luego en Salamanca, Santiago, Madrid, Sevilla y Alcalá-, siempre en núcleos de raigambre académica, para formar a sacerdotes de esa nacionalidad al no poder hacerlo en su país.
Efe | Simancas (Valladolid)
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