7000 METROS CUADRADOS DE ARCHIVOS EN LOS SOTANOS DE LA CIUDAD DE LA JUSTICIA
>> jueves, 20 de septiembre de 2012
Las entrañas de la Justicia
http://www.levante-emv.com/ 20/09/2012
Los sótanos de la Ciudad de la Justicia albergan archivos, salas para una rueda de reconocimiento e interrogatorios, despachos para reuniones de los jurados, con habitaciones para que pasen la noche, y hasta un laboratorio. La zona más infranqueable son los calabozos y el habitáculo desde donde se supervisan las 240 cámaras de seguridad.
VALENCIA La majestuosidad del Palacio de la Justicia de Valencia impresiona al ciudadano la primera vez que entra en el edificio. La luminosidad del amplio vestíbulo y la modernidad de las dependencias judiciales son la cara que enseña a todo el mundo. Pero la infraestructura, inaugurada en 2003, también dispone de 44.000 metros cuadrados bajo tierra a los que pocas personas pueden acceder. Son los dos sótanos donde se encuentran los calabozos, las salas de interrogatorios, los laboratorios, la zona de autopsias, la oficina de control de las 240 cámaras del edificio y hasta las habitaciones para los miembros del jurado, en caso de que la deliberación se alargue en exceso.
Levante-EMV ya adelantaba esta semana cómo eran las salas de interrogatorios de los calabozos tras una queja hecha pública por el Colegio de Abogados de Valencia y el letrado Javier Boix que las consideran pequeñas y denigrantes para los detenidos. Las instalaciones para tomar declaraciones, según replicó el gerente de la Ciudad de la Justicia, David Sevilla, son de dos tipos. Las del juzgado de guardia (foto 2), similares a un despacho y que se utilizan en el 90 % de los casos, y las destinadas a los imputados más peligrosos, de reducidas dimensiones y con un cristal blindado para evitar altercados (foto 4).
Estos locutorios se encuentran directamente comunicados con la zona de los calabozos, única parte donde aduciendo motivos de seguridad este periódico no fue autorizado a entrar. Según Sevilla, las condiciones de los detenidos en estas instalaciones son las correctas e ironiza: «no son las peores celdas que hay».
Por el laberinto de pasillos oscuros al que pueden acceder civiles, eso sí, sólo funcionarios y personal de mantenimiento, se llega a la sala donde se practican las ruedas de reconocimiento. Protegida tras un cristal de espejo, la víctima puede reconocer a su agresor entre un grupo de sospechosos sin que su identidad sea revelada. Llama la atención cómo tras la línea que marca al reo dónde se debe situar hay hasta un centímetro de pared desgastada a causa del roce de las esposas de los arrestados.
En la primera planta del sótano también se encuentra la sala de deliberación del tribunal del jurado. Una amplia habitación con una mesa de reuniones, dos sofás y otro habitáculo donde hay una nevera para guardar comida y bebida. Un mínimo de comodidad para el grupo de jurados que se puede tirar días para tomar una decisión. Según explica Sevilla, la mayor parte de las veces se incomunica a los miembros de la sala en un hotel cuando el proceso se prevé largo, pero la mayoría no lo son. Aun así, la Ciudad de la Justicia tiene habilitados dormitorios.
Los laboratorios y la sala de autopsias del Instituto de Medicina Legal también comparten parte de los 22.000 metros cuadrados del primer sótano. Estas dependencias están aisladas del resto para evitar que se pudieran expandir enfermedades o virus que se estén analizando.
Críticas a los archivos
La mayor extensión del primer sótano la ocupan los 7.000 metros cuadrados de archivos donde se almacenan entre 200 y 300 mil expedientes, ya que el segundo nivel subterráneo está dedicado al estacionamiento de vehículos. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) recordaron que el pasado mes de julio cayeron las estanterías de una de las salas de estos archivos, «con el grave daño que podrían haber causado al trabajador que estuviera allí». «El problema consiste en que las estanterías son muy altas por lo que resulta difícil acceder a los archivos, solo hay dos escaleras para todas las salas, y tampoco estaban bien sujetas», dijeron. Pese a que las estanterías se han anclado al suelo, según el CSI·F, «el inspector de trabajo todavía no se ha acercado para ratificar que todo ha quedado en orden y que es seguro».
Más duros son desde el sindicato de funcionarios cuando se refieren a los archivos que se dejan en el suelo de algunos juzgados. Desde el CSI·F tacharon de «vergüenza» que expedientes abiertos estén depositados en el suelo y denunciaron la falta de espacio y estanterías en los juzgados. Aseguran que estas prácticas vulneran la ley de prevención de riesgos laborales. A este respecto, Sevilla reconoció que hay juzgados saturados pero añadió que en muchos casos los expedientes que se agolpan «están cerrados y deberían haber sido conducidos a los archivos intermedios del sótano».
http://www.levante-emv.com/ 20/09/2012
Los sótanos de la Ciudad de la Justicia albergan archivos, salas para una rueda de reconocimiento e interrogatorios, despachos para reuniones de los jurados, con habitaciones para que pasen la noche, y hasta un laboratorio. La zona más infranqueable son los calabozos y el habitáculo desde donde se supervisan las 240 cámaras de seguridad.
VALENCIA La majestuosidad del Palacio de la Justicia de Valencia impresiona al ciudadano la primera vez que entra en el edificio. La luminosidad del amplio vestíbulo y la modernidad de las dependencias judiciales son la cara que enseña a todo el mundo. Pero la infraestructura, inaugurada en 2003, también dispone de 44.000 metros cuadrados bajo tierra a los que pocas personas pueden acceder. Son los dos sótanos donde se encuentran los calabozos, las salas de interrogatorios, los laboratorios, la zona de autopsias, la oficina de control de las 240 cámaras del edificio y hasta las habitaciones para los miembros del jurado, en caso de que la deliberación se alargue en exceso.
Levante-EMV ya adelantaba esta semana cómo eran las salas de interrogatorios de los calabozos tras una queja hecha pública por el Colegio de Abogados de Valencia y el letrado Javier Boix que las consideran pequeñas y denigrantes para los detenidos. Las instalaciones para tomar declaraciones, según replicó el gerente de la Ciudad de la Justicia, David Sevilla, son de dos tipos. Las del juzgado de guardia (foto 2), similares a un despacho y que se utilizan en el 90 % de los casos, y las destinadas a los imputados más peligrosos, de reducidas dimensiones y con un cristal blindado para evitar altercados (foto 4).
Estos locutorios se encuentran directamente comunicados con la zona de los calabozos, única parte donde aduciendo motivos de seguridad este periódico no fue autorizado a entrar. Según Sevilla, las condiciones de los detenidos en estas instalaciones son las correctas e ironiza: «no son las peores celdas que hay».
Por el laberinto de pasillos oscuros al que pueden acceder civiles, eso sí, sólo funcionarios y personal de mantenimiento, se llega a la sala donde se practican las ruedas de reconocimiento. Protegida tras un cristal de espejo, la víctima puede reconocer a su agresor entre un grupo de sospechosos sin que su identidad sea revelada. Llama la atención cómo tras la línea que marca al reo dónde se debe situar hay hasta un centímetro de pared desgastada a causa del roce de las esposas de los arrestados.
En la primera planta del sótano también se encuentra la sala de deliberación del tribunal del jurado. Una amplia habitación con una mesa de reuniones, dos sofás y otro habitáculo donde hay una nevera para guardar comida y bebida. Un mínimo de comodidad para el grupo de jurados que se puede tirar días para tomar una decisión. Según explica Sevilla, la mayor parte de las veces se incomunica a los miembros de la sala en un hotel cuando el proceso se prevé largo, pero la mayoría no lo son. Aun así, la Ciudad de la Justicia tiene habilitados dormitorios.
Los laboratorios y la sala de autopsias del Instituto de Medicina Legal también comparten parte de los 22.000 metros cuadrados del primer sótano. Estas dependencias están aisladas del resto para evitar que se pudieran expandir enfermedades o virus que se estén analizando.
Críticas a los archivos
La mayor extensión del primer sótano la ocupan los 7.000 metros cuadrados de archivos donde se almacenan entre 200 y 300 mil expedientes, ya que el segundo nivel subterráneo está dedicado al estacionamiento de vehículos. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) recordaron que el pasado mes de julio cayeron las estanterías de una de las salas de estos archivos, «con el grave daño que podrían haber causado al trabajador que estuviera allí». «El problema consiste en que las estanterías son muy altas por lo que resulta difícil acceder a los archivos, solo hay dos escaleras para todas las salas, y tampoco estaban bien sujetas», dijeron. Pese a que las estanterías se han anclado al suelo, según el CSI·F, «el inspector de trabajo todavía no se ha acercado para ratificar que todo ha quedado en orden y que es seguro».
Más duros son desde el sindicato de funcionarios cuando se refieren a los archivos que se dejan en el suelo de algunos juzgados. Desde el CSI·F tacharon de «vergüenza» que expedientes abiertos estén depositados en el suelo y denunciaron la falta de espacio y estanterías en los juzgados. Aseguran que estas prácticas vulneran la ley de prevención de riesgos laborales. A este respecto, Sevilla reconoció que hay juzgados saturados pero añadió que en muchos casos los expedientes que se agolpan «están cerrados y deberían haber sido conducidos a los archivos intermedios del sótano».
SERGI PITARCH
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