CLAUSURA DE LAS II JORNADAS DE ARCHIVOS PRIVADOS
>> domingo, 17 de marzo de 2013
Las fuentes conventuales y la eterna batalla contra su desaparición
http://www.diariodejerez.es/ 17/03/2013
Las II Jornadas de Archivos Privados concluyen con un análisis sobre la documentación que se conserva de órdenes religiosas y de la trascendencia del Fondo de la familia Díez Lacave
Las II Jornadas de Archivos Privados fueron clausuradas ayer en González Byass con la conferencia 'Los archivos conventuales, provinciales y generales de las órdenes religiosas', de la mano de José María Miura de la Universidad Pablo de Olavide. Una ponencia en la que el investigador destacó que lo primero que llama la atención es la inexistencia de los archivos conventuales de los grandes conventos mendicantes, "de aquellos que se asientan con mayor prontitud en nuestra región, de los que van a apadrinar o cobijar a otros menores, de los asentados en las grandes poblaciones, de los masculinos...". "Podemos encontrar -añade- algún archivo conventual femenino y tardío, pero nada de uno de los primeros establecimientos mendicantes andaluces. Lo que nos lleva a hacer un el análisis para evaluar las causas de esta penuria documental conventual andaluza".
Para ello, Miura estudió en primer lugar la tradición documental y, dentro de ella, las pérdidas documentales (consustanciales a la propia existencia de depósitos documentales). "Las órdenes mendicantes han sido conscientes de estas agresiones hacia su patrimonio documental. Por tanto, al tiempo que la institución ha ido perdiendo parte de su memoria colectiva, ha intentado evitar dichas pérdidas, dando normativas para su conservación que exponemos de manera sistemática. Tras ello, analizamos la práctica archivística, donde se ordena y legisla sobre los archivos y las funciones de los archiveros, la elaboración de los Libros de Protocolo de los Conventos o los Libros Becerro, se mandan redactar la historias conventuales, para realizar las provinciales y, de ellas, acabar por componer las generales de cada orden".
La desidia, el odio, el fuego, el agua, el tiempo... todo se une para facilitar la destrucción de las fuentes conventuales. El siglo XIX, salpicado de numerosas revoluciones, invasiones, guerras y transformaciones, se dejó sentir en la documentación. La exclaustración y desamortización definitiva realizada durante la regencia de María Cristina provocó la incautación de los archivos y las bibliotecas conventuales, provocando un éxodo y dispersión de la documentación que pudo acabar y acabó en una constelación de archivos y depósitos documentales.
http://www.diariodejerez.es/ 17/03/2013
Las II Jornadas de Archivos Privados concluyen con un análisis sobre la documentación que se conserva de órdenes religiosas y de la trascendencia del Fondo de la familia Díez Lacave
Las II Jornadas de Archivos Privados fueron clausuradas ayer en González Byass con la conferencia 'Los archivos conventuales, provinciales y generales de las órdenes religiosas', de la mano de José María Miura de la Universidad Pablo de Olavide. Una ponencia en la que el investigador destacó que lo primero que llama la atención es la inexistencia de los archivos conventuales de los grandes conventos mendicantes, "de aquellos que se asientan con mayor prontitud en nuestra región, de los que van a apadrinar o cobijar a otros menores, de los asentados en las grandes poblaciones, de los masculinos...". "Podemos encontrar -añade- algún archivo conventual femenino y tardío, pero nada de uno de los primeros establecimientos mendicantes andaluces. Lo que nos lleva a hacer un el análisis para evaluar las causas de esta penuria documental conventual andaluza".
Para ello, Miura estudió en primer lugar la tradición documental y, dentro de ella, las pérdidas documentales (consustanciales a la propia existencia de depósitos documentales). "Las órdenes mendicantes han sido conscientes de estas agresiones hacia su patrimonio documental. Por tanto, al tiempo que la institución ha ido perdiendo parte de su memoria colectiva, ha intentado evitar dichas pérdidas, dando normativas para su conservación que exponemos de manera sistemática. Tras ello, analizamos la práctica archivística, donde se ordena y legisla sobre los archivos y las funciones de los archiveros, la elaboración de los Libros de Protocolo de los Conventos o los Libros Becerro, se mandan redactar la historias conventuales, para realizar las provinciales y, de ellas, acabar por componer las generales de cada orden".
La desidia, el odio, el fuego, el agua, el tiempo... todo se une para facilitar la destrucción de las fuentes conventuales. El siglo XIX, salpicado de numerosas revoluciones, invasiones, guerras y transformaciones, se dejó sentir en la documentación. La exclaustración y desamortización definitiva realizada durante la regencia de María Cristina provocó la incautación de los archivos y las bibliotecas conventuales, provocando un éxodo y dispersión de la documentación que pudo acabar y acabó en una constelación de archivos y depósitos documentales.
0 comentarios :
Publicar un comentario