Las Comisiones de la Verdad y los archivos
>> martes, 10 de junio de 2014
“Los archivos tienen un papel capital en las comisiones de la verdad”
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/ 10/06/2014
El español Ramon Alberch-Fugueras es el presidente internacional de la ONG Archiveros sin Fronteras y autor del libro ‘Los archivos, entre la memoria histórica y la sociedad del conocimiento’.
Actualmente está asesorando la elaboración de la Política Pública de Archivos de Graves Violaciones de Derechos Humanos, Infracciones al DIH, Memoria Histórica y Conflicto Armado, la cual está siendo impulsada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Hablamos con él sobre la importancia de esta política y lo que hoy significa de cara a un proceso de paz.
CNMH: En el actual proceso de paz que el gobierno de Colombia está desarrollando con las Farc, se está hablando de la creación de una comisión de la verdad, frente a esto ¿qué papel pueden cumplir los archivos?
Ramon Alberch-Fugueras: La experiencia derivada de otras transiciones políticas en América latina y Europa del Este demuestra que el papel de los archivos es capital.
La preservación de los documentos propicia un uso de carácter informativo, testimonial, jurídico e histórico irremplazable.
Cabe tener en cuenta que las comisiones de la verdad tienen un carácter ejemplarizante con el objetivo de situar en el debate público un problema –el respeto a los derechos humanos y la recuperación de la memoria histórica- que usualmente pasa desapercibido a la mayoría de ciudadanos.
Entiendo que el éxito de la Comisión de la Verdad estriba en la capacidad de generar una síntesis entre la aportación de los testimonios personales, la fortaleza del documento escrito y la generación de un eco mediático que permita superar el carácter casi “clandestino” de este tipo de debates.
CNMH: ¿Conoce algún caso de otro conflicto donde los archivos de derechos Humanos hayan servido para proteger a las víctimas o repararlas de alguna manera?
R.A.: Ciertamente, son numerosos los casos en que el papel de los archivos ha devenido un instrumento eficaz en las políticas de reparación y de consecución de los ideales de justicia y paz.
El caso argentino reviste especial importancia en la medida que después del juicio a las Juntas Militares el gobierno del partido radical parecía haber dado carpetazo al asunto.
Es con el gobierno del presidente Néstor Kirchner que se anulan las leyes de punto final y obediencia debida –en el fondo unas leyes de amnistía encubierta- y se impulsa la revisión de numerosos procesos donde los aportes documentales y los testimonios personales constituyen un elemento clave en las políticas de reparación.
En fechas recientes, el hallazgo de documentos que se creían destruidos en el ámbito militar, ubica los archivos en una situación privilegiada y visualiza la necesidad de promover políticas para su recuperación, organización preservación y acceso.
CNMH: Desde el año pasado la Dirección de Archivo de DDHH del CNMH está trabajando en una Política Pública de Archivos de Graves Violaciones de Derechos Humanos, Infracciones al DIH, Memoria Histórica y Conflicto Armado, que está siendo socializada por diferentes actores por toda la geografía nacional ¿Conoce usted algún otro país que tenga una política pública similar?
R.A.: Por lo general, los países afrontan los procesos de revisión de pasado con escasa planificación y con el deseo de “pasar la página” lo más rápido posible.
Se percibe la revisión del pasado como un lastre para la normalización política y en consecuencia las políticas son erráticas y faltas de planificación.
Quizás merezca la pena resaltar la operativa impulsada por el Comisionado para los archivos de la Stasi –la policía política de la Alemania oriental- que conserva casi 300 kilómetros de documentos y que ha posibilitado más de cinco millones de consultas en los últimos veinte años.
Ciertamente el caso colombiano será un modelo internacional por su carácter sistemático, planificado e integrador.
CNMH: Cuando se habla de archivos, la gente suele imaginarse solo los documentos de los organismos estatales, pero ¿qué tan plurales deben ser las fuentes de un archivo de DDHH?
R.A.: La pluralidad de las fuentes documentales es una cuestión esencial. En el ámbito de los derechos humanos es básico tener presente que no existen documentos “prescindibles” y que las fotografías, los videos, los documentos manuscritos, los mapas, las grabaciones orales y cualquier otro documento con carácter testimonial es un tesoro que debemos proteger y tornar accesible.
En este sentido, mi experiencia aconseja formular una política “preservacionista” y pensar que cada documento –público o privado- aporta una información que, debidamente contextualizada, puede ser capital en los procesos de recuperación de la memoria y de reparación a los afectados por el conflicto.
Es necesario insistir en el interés de acopiar archivos de organizaciones privadas dedicadas a la defensa de los derechos humanos al aportar una mirada distinta y complementaria a la de los archivos públicos.
CNMH: Con la llegada de las nuevas tecnologías, la información ya no está solo en soportes físicos ¿cómo se pueden aprovechar las nuevas tecnologías para proteger los archivos de derechos humanos?
R.A.: Las nuevas tecnologías deben ser unas grandes aliadas para proteger los derechos humanos. Esencialmente, deben propiciar dos grandes objetivos; por una parte permitir la duplicación –mediante la digitalización- de archivo sensibles y, por otra, facilitar la difusión de la información que no esté sometida a restricciones de carácter personal.
La apuesta del Archivo del CNMH por generar un archivo digital con valor de evidencia, tanto para la preservación de archivos públicos como privados, le confiere un valor de actuación de vanguardia y ciertamente será un modelo de referencia en el ámbito internacional.
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/ 10/06/2014
Hoy, 9 de junio, se celebra el Día Internacional de los Archivos. Una fecha creada para recordar la importancia que tienen los documentos, videos, audios y demás materiales que están disponibles para la consulta de todos gracias a los archivistas del mundo.
El español Ramon Alberch-Fugueras es el presidente internacional de la ONG Archiveros sin Fronteras y autor del libro ‘Los archivos, entre la memoria histórica y la sociedad del conocimiento’.
Actualmente está asesorando la elaboración de la Política Pública de Archivos de Graves Violaciones de Derechos Humanos, Infracciones al DIH, Memoria Histórica y Conflicto Armado, la cual está siendo impulsada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Hablamos con él sobre la importancia de esta política y lo que hoy significa de cara a un proceso de paz.
CNMH: En el actual proceso de paz que el gobierno de Colombia está desarrollando con las Farc, se está hablando de la creación de una comisión de la verdad, frente a esto ¿qué papel pueden cumplir los archivos?
Ramon Alberch-Fugueras: La experiencia derivada de otras transiciones políticas en América latina y Europa del Este demuestra que el papel de los archivos es capital.
La preservación de los documentos propicia un uso de carácter informativo, testimonial, jurídico e histórico irremplazable.
Cabe tener en cuenta que las comisiones de la verdad tienen un carácter ejemplarizante con el objetivo de situar en el debate público un problema –el respeto a los derechos humanos y la recuperación de la memoria histórica- que usualmente pasa desapercibido a la mayoría de ciudadanos.
Entiendo que el éxito de la Comisión de la Verdad estriba en la capacidad de generar una síntesis entre la aportación de los testimonios personales, la fortaleza del documento escrito y la generación de un eco mediático que permita superar el carácter casi “clandestino” de este tipo de debates.
CNMH: ¿Conoce algún caso de otro conflicto donde los archivos de derechos Humanos hayan servido para proteger a las víctimas o repararlas de alguna manera?
R.A.: Ciertamente, son numerosos los casos en que el papel de los archivos ha devenido un instrumento eficaz en las políticas de reparación y de consecución de los ideales de justicia y paz.
El caso argentino reviste especial importancia en la medida que después del juicio a las Juntas Militares el gobierno del partido radical parecía haber dado carpetazo al asunto.
Es con el gobierno del presidente Néstor Kirchner que se anulan las leyes de punto final y obediencia debida –en el fondo unas leyes de amnistía encubierta- y se impulsa la revisión de numerosos procesos donde los aportes documentales y los testimonios personales constituyen un elemento clave en las políticas de reparación.
En fechas recientes, el hallazgo de documentos que se creían destruidos en el ámbito militar, ubica los archivos en una situación privilegiada y visualiza la necesidad de promover políticas para su recuperación, organización preservación y acceso.
CNMH: Desde el año pasado la Dirección de Archivo de DDHH del CNMH está trabajando en una Política Pública de Archivos de Graves Violaciones de Derechos Humanos, Infracciones al DIH, Memoria Histórica y Conflicto Armado, que está siendo socializada por diferentes actores por toda la geografía nacional ¿Conoce usted algún otro país que tenga una política pública similar?
R.A.: Por lo general, los países afrontan los procesos de revisión de pasado con escasa planificación y con el deseo de “pasar la página” lo más rápido posible.
Se percibe la revisión del pasado como un lastre para la normalización política y en consecuencia las políticas son erráticas y faltas de planificación.
Quizás merezca la pena resaltar la operativa impulsada por el Comisionado para los archivos de la Stasi –la policía política de la Alemania oriental- que conserva casi 300 kilómetros de documentos y que ha posibilitado más de cinco millones de consultas en los últimos veinte años.
Ciertamente el caso colombiano será un modelo internacional por su carácter sistemático, planificado e integrador.
CNMH: Cuando se habla de archivos, la gente suele imaginarse solo los documentos de los organismos estatales, pero ¿qué tan plurales deben ser las fuentes de un archivo de DDHH?
R.A.: La pluralidad de las fuentes documentales es una cuestión esencial. En el ámbito de los derechos humanos es básico tener presente que no existen documentos “prescindibles” y que las fotografías, los videos, los documentos manuscritos, los mapas, las grabaciones orales y cualquier otro documento con carácter testimonial es un tesoro que debemos proteger y tornar accesible.
En este sentido, mi experiencia aconseja formular una política “preservacionista” y pensar que cada documento –público o privado- aporta una información que, debidamente contextualizada, puede ser capital en los procesos de recuperación de la memoria y de reparación a los afectados por el conflicto.
Es necesario insistir en el interés de acopiar archivos de organizaciones privadas dedicadas a la defensa de los derechos humanos al aportar una mirada distinta y complementaria a la de los archivos públicos.
CNMH: Con la llegada de las nuevas tecnologías, la información ya no está solo en soportes físicos ¿cómo se pueden aprovechar las nuevas tecnologías para proteger los archivos de derechos humanos?
R.A.: Las nuevas tecnologías deben ser unas grandes aliadas para proteger los derechos humanos. Esencialmente, deben propiciar dos grandes objetivos; por una parte permitir la duplicación –mediante la digitalización- de archivo sensibles y, por otra, facilitar la difusión de la información que no esté sometida a restricciones de carácter personal.
La apuesta del Archivo del CNMH por generar un archivo digital con valor de evidencia, tanto para la preservación de archivos públicos como privados, le confiere un valor de actuación de vanguardia y ciertamente será un modelo de referencia en el ámbito internacional.
0 comentarios :
Publicar un comentario