GOOGLE ESTÁ CAMBIANDO NUESTRO MAPA COGNITIVO Y LOS MANDARINES DE LA EDUCACIÓN NO SE ENTERAN
>> lunes, 12 de septiembre de 2011
Yo
sí que soy tonto: me he gastado 250 euros en libros de texto para mi hija en
plena era del iPad
http://www.periodistadigital.com/
12/09/2011/ Luis Balcarce
Google
está cambiando nuestro mapa cognitivo y los mandarines de la educación no se
enteran
Un
viejo dicho dice que si un español del siglo XIX nos visitara, uno de los pocos
lugares que reconocería sería las escuelas. Se sorprendería al ver que nuestros
hijos siguen estudiando sentados en un pupitre delante de una pizarra como lo
hizo él y también sus padres. Y si le dijeran que cada familia gasta unos 250
euros de media en los libros de texto de cada hijo soltaría una carcajada. La
globalización no ha llegado a las aulas.
La
oposición de las editoriales en compadreo con los mandarines políticos de turno
tiene lógica empresarial: se calcula que la digitalización podría hacer caer en
picado sus ingresos en un 75%. Gracias al negocio de los libros de texto los
Polanco (Santillana ) y compañía ingresan 900 millones de euros al año.
No
hablamos digitalizar los mismos libros de texto de siempre y meterles dos
vídeos sino de una educación integral adaptada al cambio tecnológico. ¿Tiene
sentido que un niño de seis años le metan en la mochila hasta 15 libros de
texto diferentes?
Porque
se acabó lo de 'heredar' los libros de los hemanos o comprarlos de segunda
mano. Los libros de texto, pasado el curso escolar, quedan inutilizables. Una
pesadilla borgiana para los famélicos bolsillos de los padres.
Antonio
María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de
España (FGEE)] ha criticado que las administraciones públicas “gasten el dinero
destinado a educación en ordenadores y pretendan que los contenidos se les
regalen”.
Los
padres no quieren que les regalen nada sino que están hartos de ser rehenes de
un sistema absurdo y obsoleto aunque muy rentable para las editoriales.
El
iPad y el e-book no conectan con los paleolíticos planes de enseñanza pese a
que está demostrado que Google está cambiando nuestro mapa cognitivo. --Is Google Making Us Stupid?-- El peligro es que en
pleno habitat 'wireless' nuestros hijos acaben siendo unos 'clueless'.
1 comentarios :
Llevo años pensando en ello, con 18 años que tengo y apunto de empezar a la universidad estoy pensando en comprar un ipad para llevar mis apuntes y partituras sin cargar con 4 kg y medio de peso ( de segunda mano porque mas de 200 €.... " se te va la olla").
Tengo un hermano de 1 año y creo que corre el mismo riesgo de caer en el circulo vicioso de la era de papel, ineficaz, inproductiva, ineficiente, obsoleta, inadaptada, despreoporcionadamente cara...
Tambien lo quiero porque a parte de mis pdf ordenados junto con mis partituras, tengo sitio para los apuntes que tendo cogidos con mi SmartPen (que sincronizan la leccion en "voz" con las notas que he tomado en ese momento a tiempo real).
Me sorprende que muchos profesores que he tenido no han sido muy comprensivos con el uso de ésta tecnología en sus aulas. Supongo que el estar "inmortalizando" alguna de sus hazañas como profesor les de pánico y hasta que no me he cambiado de instituto no ha cambiado la cosa.
Ahora puedo utilizar una calculadora Texas instrument emulada en mi telefono sin tener que pagar 250€ o tener que usar una Casio que no sabe hacer graficas...
Aquí he notado cambios porque en algunas lecciones usamos Youtube para entender conceptos abstractos de física o matemáticas.
¿Por qué no usar los recursos?
El problema de adaptar la tecnología al aprendizaje no es solo pura conveniencia comercial si no tambien una mala gestion en los recursos y si me permites decirlo eelo ha contribuido a la crisis con su pequeño grano de arena.
Lo resumiría en lo siguiente que voy a decir.
En el instituto del año pasado teniamos unos proyectores y ordenadores portailes nuevos, preciosos, y obsoletos porque no se habian gastado ni un duro en impartir un cursillo para enseñar a utilizarlos en las aulas a los profesores. Eso es la mala gestion de la que se habla.
Un saludo
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