GUILLERMO ARAOZ Y SU PASO POR EL ARCHIVO DE TUCUMAN
>> lunes, 4 de febrero de 2013
Sobre el Archivo, en 1906
http://www.lagaceta.com.ar/ 04/02/2013
El 2 de abril de 1906 asumió el gobierno de Tucumán el ingeniero Luis F. Nougués. Llevaba como ministros a los doctores Julio López Mañán y Manuel Cossio, en Gobierno y Hacienda, respectivamente. Por entonces, dirigía el Archivo de la Provincia don Guillermo Aráoz. Personaje muy original y célebre explorador del Bermejo, fue Aráoz un verdadero organizador del Archivo. Ideó, por ejemplo, las cajas de latón para guardar los expedientes, que sirven hasta hoy.
El 4 de abril envió una carta al ministro López Mañán. En el encabezamiento, subrayado, se leía: "Nada de Su Señoría al presente. Particular". Expresaba al "pariente y amigo" ministro, que el "chucho salteño" le impidió estar en la toma de mando y estrecharle la mano. "En el hombre, sin excepción, es innata la aspiración de gloria o laureles que perpetúen su nombre como herencia sucesoria. Los 'patricios', poetas algunos, no desperdician la oportunidad de hacer resaltar los méritos o bellezas de la tierra nativa", decía, y ponía como ejemplo a José Mármol.
En cuanto a él, agregaba, "aspiro glorificarme con mi pasión, esto es, con el Archivo a mi cargo; y no tiene usted idea del aplauso mío y de mi segundo (Samuel) Díaz, al saber que usted iba a ser nuestro jefe inmediato".
Conocía que se había girado una circular pidiendo la renuncia a los jefes de repartición, e iba a darle cumplimiento. "No obstante, me ofrezco a servir gratuitamente un año, si se me dan los elementos suficientes, para dejar el Archivo de Tucumán como el Modelo de América". En una posdata, avisaba que su "refutación" a la obra de Samuel Lafone Quevedo sobre la ciudad del Barco, "está hecha; falta que usted le eche una manito".
El 4 de abril envió una carta al ministro López Mañán. En el encabezamiento, subrayado, se leía: "Nada de Su Señoría al presente. Particular". Expresaba al "pariente y amigo" ministro, que el "chucho salteño" le impidió estar en la toma de mando y estrecharle la mano. "En el hombre, sin excepción, es innata la aspiración de gloria o laureles que perpetúen su nombre como herencia sucesoria. Los 'patricios', poetas algunos, no desperdician la oportunidad de hacer resaltar los méritos o bellezas de la tierra nativa", decía, y ponía como ejemplo a José Mármol.
En cuanto a él, agregaba, "aspiro glorificarme con mi pasión, esto es, con el Archivo a mi cargo; y no tiene usted idea del aplauso mío y de mi segundo (Samuel) Díaz, al saber que usted iba a ser nuestro jefe inmediato".
Conocía que se había girado una circular pidiendo la renuncia a los jefes de repartición, e iba a darle cumplimiento. "No obstante, me ofrezco a servir gratuitamente un año, si se me dan los elementos suficientes, para dejar el Archivo de Tucumán como el Modelo de América". En una posdata, avisaba que su "refutación" a la obra de Samuel Lafone Quevedo sobre la ciudad del Barco, "está hecha; falta que usted le eche una manito".
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