BENEDICTO XVI ANTES DE SER PAPA SOÑABA SER ARCHIVERO O BIBLIOTECARIO
>> lunes, 17 de septiembre de 2012
La Iglesia española sigue siendo un actor social fundamental
http://www.periodistadigital.com/ 17/09/2012
Jean-Louis Bruguès: "El sueño del cardenal Ratzinger era ser bibliotecario de la Iglesia"
"Con su viaje al Líbano, el Papa quiere demostrar su cercanía hacia esos pueblos heridos"
El dominico francésJean-Louis Bruguès, fue, durante casi cinco años, secretario de la Congregación de Educación. Hasta que, hace unos meses, Benedicto XVI nombró Archivero-Bibliotecario vaticano, el cargo con el que el propio Papa había "soñado" antes de acceder al solio pontificio. De paso por Madrid, para participar en el XX Curso de Doctrina Social de la Iglesia, organizado por la Fundación Pablo VI, alaba el papel de "actor social" que sigue conservando la Iglesia española.
-Monseñor, ¿Cuál es la tesis principal de la conferencia que acaba de pronunciar en el XX Curso de Doctrina Social de la Iglesia de la Fundación Pablo VI?
-Es una visión personalista: proponer una educación de la persona humana completa e integral. Es decir, física, intelectual, pero también espiritual. La visión del Concilio era así: humanista, personalista. Y es una visión válida hoy en día. La segunda intención es demostrar que el servicio dado por la enseñanza católica es un servicio no sólo para los católicos, sino para la sociedad. Es una contribución política, esencial para la convivencia social. La universidad y la escuela católicas son un servicio públicos, no son servicios sólo para católicos.
-¿Eso está suficientemente reconocido en países como el nuestro?
Siempre es difícil juzgar los países en que uno no ha nacido, pero yo tengo la impresiónde que España ha pasado una época de resentimiento por el poder tan importante que ha tenido la Iglesia. Pienso que por eso ha habido una reacción muy fuerte, una reacción exagerada e injusta. Pero hoy en día creo que las cosas están pacificándose. Entonces, creo que se puede plantear de nuevo de la cuestión del papel de la religión cristiana en la sociedad española. La coyuntura me parece mucho mejor que hace 20 años.
-Usted dijo en su conferencia que la Iglesia está orgullosa de la educación católica en el mundo en general
-Sí, es una cosa muy sencilla: la Iglesia cuenta con más de 1.500 universidades católicas o eclesiásticas y con más de 200 mil escuelas. Es el primer poder, la primera potenciaeducativa del mundo. Además, las escuelas católicas son reconocidas por su alta calidad científica. Hace unos años me recibió la ministra de Educación chilena. Ella me dijo que, cuando su gobierno socialista quiso empezar una reforma de la educación, empezaron por preguntar a las universidades católicas, reconociendo que su nivel era mucho más alto que el de las públicas. Eso quiere decir que la Iglesia debe sentirse orgullosa de esa calidad educativa, que tiene su origen en tantos siglos consagrados a la educación. La Iglesia fue la primera madre educativa para las sociedades occidentales. Hubo problemas, dificultades, escándalos. Pero, a pesar de todo, y por encima de todo, la meta de la Iglesia como mater et magistra está cumplida con orgullo y satisfacción.
Recientemente ha sido usted nombrado archivero y bibliotecario de la Santa Iglesia romana. Un cargo que, parece ser, quería Su Santidad.
Sí, efectivamente. Él me lo dijo. Antes de ser Papa, su sueño era llegar a ser bibliotecario archivero de la Iglesia Católica.
¿Se dedica usted también a investigar?
Sí. Tenemos una visión demasiado conservadora del papel del archivero. Naturalmente que hay una tarea de conservación, que además es una tarea científica, porque los archivos hay que conservarlos. Son la joya de la corona de la Iglesia. Y no se conservan sólo como se conservan los museos, sino para esclarecer las decisiones que tenemos que tomar en el plano pastoral. Porque el pasado ilumina el presente y prepara el futuro. La traducción moderna que debería tener el cargo sería "Ministerio de Investigación de la Iglesia Universal".
¿Cómo se presenta el viaje de Su Santidad, que comienza mañana, al Líbano? ¿Cómo lo ve usted?
Yo no tengo ninguna información en particular, pero me parece que es una región donde la presencia de los cristianos se está viendo cada día más reducida, con peligro de desaparición completa. Por eso el Papa tiene razón en querer demostrar su cercanía y su solicitud hacia todos esos pueblos heridos. Especialmente a los cristianos.
¿Cómo se ve la Iglesia española desde Roma en la actualidad?
La impresión que tenemos de la Iglesia española es una impresión de vitalidad. Una Iglesia que ha sabido mantenerse presente dentro del debate público. No todos los españoles están de acuerdo con la Iglesia, pero eso no tiene importancia, porque la Iglesia aparece como un actor fundamental de la sociedad española.
¿Tiene presencia e incidencia social?
Efectivamente. Se puede decir lo mismo de la Iglesia americana, dentro de su contexto político: manifiesta sus opiniones, da consejos... Igualmente, la Iglesia española ha sabido conservar una palabra pública significativa.
¿Qué le puede decir la Doctrina Social de la Iglesia al pueblo español en estosmomentos de túnel sin aparente salida?
Cuando yo empecé mis estudios en teología, la Doctrina Social (DS) parecía tener poca importancia, casi no se estudiaba. Hoy en día los estudiantes de teología empiezan por estudiar la Doctrina Social. Ha pasado de ser una materia despreciada a ser una materia esencial. Pero tampoco podemos esperar que la DS tenga las soluciones prácticas a todos los problemas. Simplemente puede diseñar perspectivas de humanismo y, por tanto, de esperanza.
¿Qué queda del Vatileaks?
De esta debilidad, para mí tendría que salir una resolución de renovación de la capacidad gobernativa de la Iglesia central universal, de la Curia.
http://www.periodistadigital.com/ 17/09/2012
Jean-Louis Bruguès: "El sueño del cardenal Ratzinger era ser bibliotecario de la Iglesia"
"Con su viaje al Líbano, el Papa quiere demostrar su cercanía hacia esos pueblos heridos"
El dominico francésJean-Louis Bruguès, fue, durante casi cinco años, secretario de la Congregación de Educación. Hasta que, hace unos meses, Benedicto XVI nombró Archivero-Bibliotecario vaticano, el cargo con el que el propio Papa había "soñado" antes de acceder al solio pontificio. De paso por Madrid, para participar en el XX Curso de Doctrina Social de la Iglesia, organizado por la Fundación Pablo VI, alaba el papel de "actor social" que sigue conservando la Iglesia española.
-Monseñor, ¿Cuál es la tesis principal de la conferencia que acaba de pronunciar en el XX Curso de Doctrina Social de la Iglesia de la Fundación Pablo VI?
-Es una visión personalista: proponer una educación de la persona humana completa e integral. Es decir, física, intelectual, pero también espiritual. La visión del Concilio era así: humanista, personalista. Y es una visión válida hoy en día. La segunda intención es demostrar que el servicio dado por la enseñanza católica es un servicio no sólo para los católicos, sino para la sociedad. Es una contribución política, esencial para la convivencia social. La universidad y la escuela católicas son un servicio públicos, no son servicios sólo para católicos.
-¿Eso está suficientemente reconocido en países como el nuestro?
Siempre es difícil juzgar los países en que uno no ha nacido, pero yo tengo la impresiónde que España ha pasado una época de resentimiento por el poder tan importante que ha tenido la Iglesia. Pienso que por eso ha habido una reacción muy fuerte, una reacción exagerada e injusta. Pero hoy en día creo que las cosas están pacificándose. Entonces, creo que se puede plantear de nuevo de la cuestión del papel de la religión cristiana en la sociedad española. La coyuntura me parece mucho mejor que hace 20 años.
-Usted dijo en su conferencia que la Iglesia está orgullosa de la educación católica en el mundo en general
-Sí, es una cosa muy sencilla: la Iglesia cuenta con más de 1.500 universidades católicas o eclesiásticas y con más de 200 mil escuelas. Es el primer poder, la primera potenciaeducativa del mundo. Además, las escuelas católicas son reconocidas por su alta calidad científica. Hace unos años me recibió la ministra de Educación chilena. Ella me dijo que, cuando su gobierno socialista quiso empezar una reforma de la educación, empezaron por preguntar a las universidades católicas, reconociendo que su nivel era mucho más alto que el de las públicas. Eso quiere decir que la Iglesia debe sentirse orgullosa de esa calidad educativa, que tiene su origen en tantos siglos consagrados a la educación. La Iglesia fue la primera madre educativa para las sociedades occidentales. Hubo problemas, dificultades, escándalos. Pero, a pesar de todo, y por encima de todo, la meta de la Iglesia como mater et magistra está cumplida con orgullo y satisfacción.
Recientemente ha sido usted nombrado archivero y bibliotecario de la Santa Iglesia romana. Un cargo que, parece ser, quería Su Santidad.
Sí, efectivamente. Él me lo dijo. Antes de ser Papa, su sueño era llegar a ser bibliotecario archivero de la Iglesia Católica.
¿Se dedica usted también a investigar?
Sí. Tenemos una visión demasiado conservadora del papel del archivero. Naturalmente que hay una tarea de conservación, que además es una tarea científica, porque los archivos hay que conservarlos. Son la joya de la corona de la Iglesia. Y no se conservan sólo como se conservan los museos, sino para esclarecer las decisiones que tenemos que tomar en el plano pastoral. Porque el pasado ilumina el presente y prepara el futuro. La traducción moderna que debería tener el cargo sería "Ministerio de Investigación de la Iglesia Universal".
¿Cómo se presenta el viaje de Su Santidad, que comienza mañana, al Líbano? ¿Cómo lo ve usted?
Yo no tengo ninguna información en particular, pero me parece que es una región donde la presencia de los cristianos se está viendo cada día más reducida, con peligro de desaparición completa. Por eso el Papa tiene razón en querer demostrar su cercanía y su solicitud hacia todos esos pueblos heridos. Especialmente a los cristianos.
¿Cómo se ve la Iglesia española desde Roma en la actualidad?
La impresión que tenemos de la Iglesia española es una impresión de vitalidad. Una Iglesia que ha sabido mantenerse presente dentro del debate público. No todos los españoles están de acuerdo con la Iglesia, pero eso no tiene importancia, porque la Iglesia aparece como un actor fundamental de la sociedad española.
¿Tiene presencia e incidencia social?
Efectivamente. Se puede decir lo mismo de la Iglesia americana, dentro de su contexto político: manifiesta sus opiniones, da consejos... Igualmente, la Iglesia española ha sabido conservar una palabra pública significativa.
¿Qué le puede decir la Doctrina Social de la Iglesia al pueblo español en estosmomentos de túnel sin aparente salida?
Cuando yo empecé mis estudios en teología, la Doctrina Social (DS) parecía tener poca importancia, casi no se estudiaba. Hoy en día los estudiantes de teología empiezan por estudiar la Doctrina Social. Ha pasado de ser una materia despreciada a ser una materia esencial. Pero tampoco podemos esperar que la DS tenga las soluciones prácticas a todos los problemas. Simplemente puede diseñar perspectivas de humanismo y, por tanto, de esperanza.
¿Qué queda del Vatileaks?
De esta debilidad, para mí tendría que salir una resolución de renovación de la capacidad gobernativa de la Iglesia central universal, de la Curia.
0 comentarios :
Publicar un comentario