Los manantiales digitales de información
>> miércoles, 13 de abril de 2016
Manantiales Digitales
En las redes sociales como en la vida real el individuo hace su camino al andar, pero los caminos del ciberespacio conservan una huella digital que en la mayoría de los casos es indeleble. En nuestros días la humanidad puede hacer prodigios con los de información que produce e intercambia, pero al igual que con los isótopos de uranio, unos pueden tener la utopía de dar nuevas soluciones para mejorar la vida y otros pueden usarlos para destruirla.
Es evidente que casi nadie lee los contratos de apertura de toda cuenta digital que se acepta bajo la amenaza anticipada de ser rechazado. Estos “términos de servicio” obligan al usuario a ceder los derechos de su cuenta y autorizan al proveedor el acceso a todos los archivos de su teléfono móvil, tales como directorios, fotografías, mensajes, ubicación georeferenciada, etc.
El internauta deja sus datos en manos de empresas de mercadeo que buscan llegar con más contundencia a un cliente perfectamente segmentado. Son verdaderos manantiales digitales de información, tan valiosos que las empresas líderes en interconexión de usuarios son a la vez las más rentables y el valor de sus acciones es creciente.
La seguridad digital dista mucho de ser un asunto trivial. Independientemente de las ventajas que la vigilancia cibernética posee por razones de seguridad nacional, lucha contra el terrorismo o la persecución del delito, es evidente que la privacía de la red es una noción tan virtual como la red misma. Hoy los pueden decodificar el acceso a cualquier sitio web o base de datos, y demuestran que no hay sitios ni archivos inexpugnables en el ciberespacio.
Cada día se diseñan y entran en operación miles de programas de software maliciosos conocidos como , que son capaces de transgredir las barreras de los antivirus y residir permanentemente en cualquier equipo digital, ya sea PC o móvil, a través de los cuales una empresa de especializada recibe en tiempo real los actos y decisiones de millones de personas.
Es así que el usuario es un producto más que es observado permanentemente por el digital, que tiene más rostro de empresa que de gobierno. Para las autoridades regular la red es coartar las libertades, por ello más que buscar las formas de control es conveniente actuar con precaución y ser selectivos frente a las aplicaciones y programas que uno descarga en cualquier dispositivo digital. En un futuro no lejano, tan inútiles serán las barreras digitales como las fronterizas.
http://www.eluniversal.com.mx/ 13/04/2016
En las redes sociales como en la vida real el individuo hace su camino al andar, pero los caminos del ciberespacio conservan una huella digital que en la mayoría de los casos es indeleble. En nuestros días la humanidad puede hacer prodigios con los de información que produce e intercambia, pero al igual que con los isótopos de uranio, unos pueden tener la utopía de dar nuevas soluciones para mejorar la vida y otros pueden usarlos para destruirla.
La información en las redes y los algoritmos de preselección en los buscadores forman toda una gran base de datos que crece, y cada día a mayor velocidad. A su vez el usuario deja a su paso el sendero de sus intereses, curiosidades, pasatiempos, transacciones, entretenimiento, así como los textos de sus chats, redacciones de sus correos o mensajes de voz, etcétera.
En la red todo queda registrado. Por una parte, los emisores de aplicaciones y quienes ofrecen o simplemente por la apertura de una cuenta de correo electrónico en un foro de expresión de acceso gratuito, como Facebook, Twitter o Snapchat, entre otros muchos, tienen el registro de lo que sus usuarios expresan en sus plataformas. De esta manera todos los materiales audiovisuales, imágenes, textos que se presentan en las redes, no son propiedad del usuario, sino del dueño de la plataforma de la que se trate. Tan sólo la empresa Apple ha reconocido que en los archivos de la asistente de voz se conservan todos los diálogos sostenidos por todos los clientes durante dos años.
Es evidente que casi nadie lee los contratos de apertura de toda cuenta digital que se acepta bajo la amenaza anticipada de ser rechazado. Estos “términos de servicio” obligan al usuario a ceder los derechos de su cuenta y autorizan al proveedor el acceso a todos los archivos de su teléfono móvil, tales como directorios, fotografías, mensajes, ubicación georeferenciada, etc.
El internauta deja sus datos en manos de empresas de mercadeo que buscan llegar con más contundencia a un cliente perfectamente segmentado. Son verdaderos manantiales digitales de información, tan valiosos que las empresas líderes en interconexión de usuarios son a la vez las más rentables y el valor de sus acciones es creciente.
La seguridad digital dista mucho de ser un asunto trivial. Independientemente de las ventajas que la vigilancia cibernética posee por razones de seguridad nacional, lucha contra el terrorismo o la persecución del delito, es evidente que la privacía de la red es una noción tan virtual como la red misma. Hoy los pueden decodificar el acceso a cualquier sitio web o base de datos, y demuestran que no hay sitios ni archivos inexpugnables en el ciberespacio.
Cada día se diseñan y entran en operación miles de programas de software maliciosos conocidos como , que son capaces de transgredir las barreras de los antivirus y residir permanentemente en cualquier equipo digital, ya sea PC o móvil, a través de los cuales una empresa de especializada recibe en tiempo real los actos y decisiones de millones de personas.
Es así que el usuario es un producto más que es observado permanentemente por el digital, que tiene más rostro de empresa que de gobierno. Para las autoridades regular la red es coartar las libertades, por ello más que buscar las formas de control es conveniente actuar con precaución y ser selectivos frente a las aplicaciones y programas que uno descarga en cualquier dispositivo digital. En un futuro no lejano, tan inútiles serán las barreras digitales como las fronterizas.
Autor: Miguel Alemán Velazco
Político, escritor y periodista
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