QUE SE PUEDE ESPERAR CUANDO AL FRENTE DEL TEATRO Lope de Vega ESTABA LA IGNORANCIA
>> martes, 8 de noviembre de 2011
El
piano de Antonio se lo llevó sin papeles un empresario a su almacén
Dice
que se lo dio el exdirector del Lope de Vega, pero Álamo replica que «no sé de
qué me están hablando»
http://www.abcdesevilla.es/ 08/11/2011/ ALBERTO GARCÍA REYES
El
piano de Antonio «El Bailarín» que fue depositado en el Lope de Vega en 2001 y
«una caja con trajes» del maestro sevillano han aparecido y no precisamente en
un departamento público custodiado por el propio Ayuntamiento. Tras la
información publicada ayer por ABC sobre la desaparación de una parte del legado de Antonio
guardada en el teatro, el empresario José Silva confesó
que el piano y
varios trajes están en su poder y que se los llevó «hace unos cuatro años,
aunque no lo recuerdo exactamente» porque
«el anterior responsable me pidió que me lo llevara a mi almacén hasta decidir
qué hacía con eso». Este periódico le preguntó a quién se refiere exactamente
cuando habla del «anterior responsable» y si se trata de Antonio Álamo,
a lo que Silva respondió con rontundidad: «Ése». El empresario, que se dedica a
la venta y alquiler de pianos, aclara que «ahí se ha producido un desajuste» y
que «mañana —por hoy— voy a llevarlo todo de nuevo al teatro». Y al ser
cuestionado sobre el procedimiento por el que retiró todos estos bienes del
Lope de Vega, Silva reiteró a este periódico que lo hizo porque se lo
pidieron desde la dirección del espacio escénico, donde no sabían qué
hacer con estas piezas. Pero, ¿esa supuesta cesión se formalizó a través de un
convenio oficial para que el empresario custodiara los bienes en su almacén y
hubiera un control sobre su paradero? Silva respondió a este pregunta con
claridad: «No,
no hubo convenio ni nada». Todo fue verbal. Así que el nuevo director
del Lope de Vega, Juan Víctor Yagüe, no tenía constancia del destino del legado
de Antonio «El Bailarín» en tanto que en los archivos del teatro no hay ningún
documento que recoja la salida de los bienes. Es más, los nuevos responsables
ni siquiera habían echado en falta aún este material. Fue ABC quien preguntó
por su ubicación exacta y entonces el director se percató de la desaparición.
Pero
tras publicar la foto del piano, el empresario que lo tenía se ha apresurado a
aclarar que está en su almacén. Es decir, había sido supuestamente cedido a
Silva para su custodia sin acuerdo firmado entre las partes. Este periódico se
puso ayer en contacto con el exdirector del teatro,Antonio
Álamo, al frente del Lope de Vega desde que el socialista Juan Carlos Marset lo nombró en 2004 y hasta junio de
este año, y el
dramaturgo contestó que «no sé de qué me están hablando». Al aclararle
que el empresario que tenía el piano lo señala como la persona con la que
acordó llevárselo a su almacén privado, Álamo respondió: «¿Yo? Es que no sé
nada de un legado de Antonio “El Bailarín”, no sé de qué legado me habla». ABC
le explicó que se trata de los bienes del maestro de la danza sevillano que
recibió el teatro en 2001 y de los que él se hizo cargo al llegar al Lope tres
años después, pero el exdirector repitió hasta en cuatro ocasiones que«no sé de qué me habla, de verdad».
Lo
cierto es que han aparecido el piano y «una caja con algunos trajes» de
Antonio. Pero aún hay muchas más piezas extraviadas del lote que la sobrina del
artista, Ana
Ruiz Vola, donó al Ayuntamiento en 2001. Además del sofá del bailarín y
de su armario personal, sigue desaparecido uno de los dos cuadros del artista que se
depositaron en el Lope y
una prenda de un enorme valor sentimental: el chalequillo rojo que Antonio usó
para su despedida de los escenarios con su compañía en 1978 y en el propio Lope
de Vega, donde actuó tres días ofreciendo una antología de sus obras más
conocidas, como «La taberna del Toro» o «El sombrero de tres picos». Tampoco
hay pistas sobre un traje de bailarina que el coreógrafo sevillano hizo con sus
propias corbatas de seda, además de otros vestidos diseñados por él.
Cuando
todo esto fue donado por la sobrina del artista al Ayuntamiento, la Delegación
de Cultura, entonces en manos del PA, hizo un inventario que, según confirmó
ayer a este periódico el que era concejal del ramo en aquella época, Juan Ortega,
detallaba todo el legado recibido por el Lope de Vega. «El
piano tenía un gran valor sentimental porque había sido decorado por él mismo»,
recuerda el exedil, que asegura estar «muy dolido» por este acontecimiento
«porque hicimos un gran esfuerzo y la sobrina de Antonio fue muy generosa con
los sevillanos donando estas piezas sólo a cambio de que el Ayuntamiento las
pusiera en valor».
Por
su parte, la actual delegada de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, del PP, calificó el hecho
como «lamentable» y explicó que «hemos tenido noticias al hilo de la
investigación de ABC y gracias a eso nos hemos enterado de que el piano está en
los almacenes de Silva». Además, Sánchez confirmó que «Juan Víctor Yagüe
ratifica sin duda que cuando él dejó el teatro eso estaba allí y que cuando ha
vuelto eso no estaba». «Con la excusa de la amnesia, el gobierno anterior se
defiende de todo», concluyó.
Sea
como fuere, el principal perjuicio es para la ciudad, propietaria de ese legado
perdido, y, sobre todo, para la memoria de Antonio «El Bailarín», la más grande
figura de la danza de este país, sevillano histórico y creador colosal. Sus
bienes están desperdigados, extraviados en parte y, sobre todo, maltratados por
la tierra que él dio a conocer en los mejores teatros del mundo cuando el
flamenco no era Patrimonio de la Humanidad gracias a la Unesco, sino a las
figuras que lo hicieron un arte universal.
Perdidos
ADRIANO
Sevilla
da para muchos capítulos de una serie de pérdidas increíbles. Se nos «perdió»
la cubierta de la Davis en un robo que no se resolvió y que para el anterior
alcalde fue una «malajá», de un millón de euros. Ahora García Reyes descubre la
pérdida del legado de Antonio el Bailarín. Gracias a su investigación
periodística, el piano vuelve hoy al Lope de Vega. El resto ¿quién sabe dónde?
Si ya dejamos perder los cielos, que lamentaba Romero Murube, de qué nos
quejamos.
0 comentarios :
Publicar un comentario