EL FUNCIONARIO PUBLICO Y EL MANEJO DE LA INFORMACION
>> miércoles, 23 de mayo de 2012
El arte de negar información pública
http://www.animalpolitico.com/ 23/05/2012/ Onésimo Flores
NOTA
Me he tomado la libertad de suprimir algunos párrafos de este artículo -por supuesto, esperando que lo lean completo en el link (http://www.animalpolitico.com/blogueros-ciudad-posible/2012/05/23/el-arte-de-negar-informacion-publica/- para que observen como se aplica y encaja a la perfección en cualquier otra región del mundo.
"Hace algunas semanas publiqué aquí un artículo relatando lo difícil que es lograr que un gobierno transparente sus gastos en publicidad oficial. La razón me parece obvia: Mostrar su contabilidad en la materia demostraría que nuestros funcionarios habitualmente hacen pagos que no pueden justificar en público. Es decir, los pagos por “publicidad oficial” y “comunicación social” incluyen tantos servicios paralelos (pégale a este, defiende a aquel, proyéctame a mi, no saques este dato, destaca esta nota, etc) que la contra-prestación resulta mucho más onerosa que lo que valen en el mercado los espacios publicitarios. Ningún funcionario podría transparentar sus listas de prestadores de servicios publicitarios y revelar los montos que pagaron sin arriesgarse al escándalo: Los acusarían de comprar lo que no deben comprar, o de pagar más de lo que deberían pagar.
La opacidad, pues, no sorprende. Sin embargo es cómico ver como los funcionarios de gobierno responden a las solicitudes de información ahora que se ha legislado tanto en la materia. Antes, solo apagaban la luz y listo. Aquí nadie sabe y nadie supo. Ahora tienen que emplear toda su creatividad para continuar siendo materialmente opacos sin dejar de ser formalmente transparentes. A quien pregunta lo traen dando vueltas, le entregan información incompleta, incomprensible o irrelevante, dicen que la información no está en sus archivos, o que es tanta que no tienen el personal para procesarla. Cuando el ciudadano se inconforma contra una solicitud ante los Institutos de Transparencia, vuelven a contestar con el mismo tono. Total, la resolución tardará meses y los Institutos de Transparencia tienen tan pocos dientes que a nadie espantan. Las estrategias son múltiples, buscando siempre contestar lo mínimo necesario parar ubicarse dentro de la Ley, pero al mismo tiempo para lograr derrotar al ciudadano por cansancio. En otras palabras, responder solicitudes de información se ha vuelto un arte."
"...los funcionarios saben navegar tan bien el sistema, que el resultado final casi siempre les favorece. Paradójicamente, mantienen en secreto sus gastos publicitarios, ¡sin poner en riesgo su imagen pública como paladines de la transparencia! La estrategia parece imbatible. Pocos medios están dispuestos a criticarlos por este tema, o a transparentar de motu propio sus negocios con el gobierno. El ciudadano está solo. Puede reclamar, interponer un par de recursos, tuitear un poco, escribir editoriales y manifestarse en alguna plaza, pero difícilmente cambiará algo. A menos, por supuesto, que sean tantas las voces que se pronuncien sobre el tema, que los medios y los políticos se vean obligados a tomar una posición clara e incontrovertible. Pareciera ser que esto está sucediendo, aunque todavía de manera incipiente. La transparencia en los gastos de nuestros gobiernos en los medios de comunicación fue tema en el pasado debate presidencial, y es una de las banderas principales del movimiento estudiantil que tomó las calles en días recientes. Quizá como resultado, algunos candidatos presidenciales comienzan a hacer planteamientos concretos al respecto. Que bueno. Ojalá que este tema se mantenga en la agenda nacional tras la coyuntura de la elección. Ojalá que algo cambie, y que nuestros funcionarios queden liberados para aplicar sus talentos a otra cosa."
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