Family Search ha digitalizado más de 9 millones de documentos en archivos municipales.
>> viernes, 10 de julio de 2015
Nuestros abuelos se digitalizan
http://www.lavozdigital.es/ 10/07/2015
Seguro que conoce a sus abuelos. Si no tuvo la suerte de hacerlo personalmente, alguien le habrá contado algo sobre ellos. ¿Y a sus bisabuelos? Quizás sepa sus nombres y algún rasgo definitorio de alguno de ellos. Pero, si nos internamos más en la noche de los tiempos, ¿sabría decir cómo se llamaba un tatarabuelo suyo, dónde vivió cuándo murió o si legó algo destacado en su herencia? Pues que sepa responder a esa pregunta es el fin primordial que mueve a una institución que despierta curiosidad en unos y escepticismo en otros, pero que lleva desarrollando su labor callada en la provincia desde hace 20 años.
Family Search es el nombre de la iniciativa que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocidos popularmente como Iglesia mormona, desarrolla de forma altruista en archivos provinciales o municipales en la provincia. Una labor que, en estos 20 años de andadura, les ha llevado a digitalizar aproximadamente unos 9 millones de documentos.
El que da la cifra orientativa es Jesús Sánchez Chacón, gerente de negociaciones de Family Search en España y Portugal y que trabaja desde Jerez. Desde ahí, ha sido capaz de impulsar la digitalización en archivos de Jerez, San Fernando, El Puerto, San Roque, Tarifa, Puerto Real o Ubrique. En todas estas localidades, la labor de trabajadores y voluntarios de Family Search ya terminó. Mientras, los trabajos continúan en el Archivo Provincial, el Cementerio de San José de Cádiz o el Archivo Municipal de la capital. A su vez, están a punto de iniciar su tarea en el archivo de Algeciras y, a nivel nacional, acaban de firmar un acuerdo de colaboración con elMinisterio de Defensa para comenzar la misma tarea en archivos militares de toda España. De hecho, no es el primer acuerdo, ya tienen uno con el Ministerio de Cultura que les permitió llegar a archivos como el provincial gaditano. Ahí, sin ir más lejos, tienen aún «mucha tarea, al menos unos cinco años de trabajo».
Un esfuerzo que realizan dos empleados contratados por Family Search, un miembro contratado externamente y voluntarios y misioneros de la propia Iglesia. Todo ello, en un trabajo incansable y que es inasumible para las administraciones públicas por su elevado coste. Sin embargo, ellos realizan la tarea de forma gratuita y altruista, algo que les hace posible penetrar en muchas administraciones locales, provinciales y regionales.
Pero no todos los documentos valen, al movimiento solo le sirven aquellos que hagan referencias a personas, como pueden ser protocolos notariales, quintas o partidas de bautismo y defunción. Para ello, Sánchez asegura ser «muy respetuso»: «Aceptamos digitalizar solo documentación pública que tenga un plazo mayor que el que determina la Ley (entre 50 y 100 años)».
De entrada, son todo beneficios para la institución que se acoge a la colaboración de Family Search, una iniciativa sustentada económicamente por la propia Iglesia mormona. Ellos se encargan de todo el proceso de digitalización con su propio personal. Posteriormente, entregan copias a la institución para que formen parte de su catálogo de fondos digitales de consulta. ¿Qué piden a cambio? Que una copia de ese material digitalizado quede en su custodia, con el fin de ser almacenado en lo que conocen como La Bóveda de la Montaña de Granito, una mega construcción de 1984 excavada en una ladera en Utah (Estados Unidos) y en la que se conservan mil millones de microfilmes e imágenes digitales.
Además, toda esa ingente documentación queda inmediatamente disponible en su web, www.familysearch.org, donde cualquier usuario puede consultar si hay antepasados suyos en la base de datos e incluso aportar información sobre su árbol genealógico. Toda una proeza con un fin bien sencillo: que las familias se encuentren o descubran a antepasados suyos. Todo parte, tal y como explica Sánchez, de la creencia de que «hay otra vida en la que las familias se reencontrarán». «Lo que tenemos hoy es un legado de lo que antepasados nuestros nos dejaron», reconoce Sánchez. De ahí que defiendan la importancia de esta conexión en esta vida para conocer a familiares fallecidos.
De hecho, Sánchez tiene testimonios de personas cercanas a las que ha ayudado la búsqueda, como un asistente que trabaja para él que descubrió que Pío Baroja fue antepasado suyo. O el caso de un miembro de su Iglesia que «tras introducir los datos de su árbol genealógico se unió a otro ya existente y descubrió su genealogía hasta el año 1500».
Pero no todos aceptan de igual grado de entusiasmo el manejo de tanta información. De hecho, en la Iglesia católica es con la que más impedimentos encuentra para acceder hasta sus fondos. Todo ello, cuando es la que custodia la mayor cantidad de información relacionada con las familias en forma de partidas de bautismo o registros matrimoniales.
Es el caso de parroquias que atesoran siglos de documentación que, «en muchas ocasiones, se pierde si la parroquia desaparece, digitalizándola se garantiza su conservación». Un argumento que ha calado en más de una diócesis. De hecho, en España son unas 20 las que han permitido a Family Search acceder a sus archivos. Un entendimiento que, de momento, en lasDiócesis de Cádiz y Jerez no se ha producido, aunque Sánchez espera que, algún día sí pueda llegar. Todo sea porque la digitalización de nuestros antepasados sea tan real en la red como en la Montaña de Granito de Utah. Casi nada.
Autor: JESÚS A. CAÑAS
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