MEDIOS DE COMUNICACION DEBEN RESPETAR Y CONSERVAR LOS ARCHIVOS
>> lunes, 25 de marzo de 2013
Sólo basurahttp://www.quesabesde.com/ 21/03//2013
Estupefacto me quedé cuando me enteré la semana pasada de que el archivo de Daniel Mordzinski en Le Monde había sido "tirado a la basura". Suceso de una gravedad extrema, lo peor de todo es que no es el primero -ni me temo será el último- de esta naturaleza.
Cuando empecé a trabajar como fotógrafo una de mis primeras tareas fue digitalizar diapositivas. Realicé este trabajo durante muy poco tiempo -apenas si pude escanear y archivar unas pocas decenas de fotos-, pero me bastó para ser consciente de que el cuartucho donde me iba de tres a cinco era algo más que un simple almacén.
Con el paso de los años un día volví a ese cuartucho. Me apetecía contemplar de nuevo esas diapositivas y negativos. Pero ya no estaban. Pregunté y nadie sabía nada. Unos decían que las habían trasladado; otros, que las habían vendido; incluso había quien afirmaba que simplemente habían desaparecido. Nadie se quejó, nadie dijo nada. Nadie supo nunca darme una respuesta concluyente.
Parece que casi nadie se toma muy en serio eso de archivar. El archivo fotográfico es algo que recalco mucho a mis alumnos, especialmente porque soy un auténtico desastre archivando (y eso que mi hermano es archivero). Después de pasar diez años haciendo fotografías he descubierto que da igual el motivo que uno haya fotografiado: esa foto, si está bien hecha, ha de ser guardada.
Y es que una simple lata de bebida o un inocuo paisaje puede ser historia en cuestión de años. Y si hablamos ya de personas, eventos o sucesos, la necesidad de guardar es mucho mayor. ¿Cuánto no daríamos por tener hoy día muchas más fotografías de nuestra historia?
"Cuántas maletas cargadas de negativos estarán en el trastero de algún periódico esperando a que alguien decida que
aquello sólo es basura"
Por eso me preocupa que la gente en general y los medios de comunicación en particular tengan ese triste poco aprecio -iba a decir desprecio, pero quizás sea excesivo- por archivar cuantas más imágenes mejor y hacerlo como es debido. Especialmente sangrante es que no sepan cuidar el tesoro que es su archivo histórico, esas fotografías de cuando los únicos que hacían fotos eran los fotógrafos. Ya me entienden.
Es cierto que hoy día seguramente ese archivo no sea tan vital. Entre todos estamos generando un enorme archivo audiovisual, tan colosal que parece complicado que una imagen no pueda ser sustituida con otra similar. No. El problema son los archivos como el de Mordzinski: miles de imágenes que con sólo una pizca de sensatez podrían haberse salvado, pero que la desidia, el desconocimiento o la simple ineptitud de algún irresponsable han condenado aparentemente a su extinción.
Cuando apareció la famosa "maleta mexicana" de Robert Capa y compañía hubo un gran revuelo. Todo el mundo se felicitaba por el maravilloso hallazgo de lo que creían desaparecido. Es verdad que la recuperación de esos 4.500 negativos fue una buena noticia, como también lo fue el casual descubrimiento de 65 placas de vidrio del mismísimo Ansel Adams acumulando polvo en un garaje. Pero me pregunto cuántas maletas cargadas de negativos estarán a merced de las cucarachas en el trastero de algún periódico o agencia esperando a que alguien decida que aquello sólo es basura. Es más, ¿cuántas habrán ya desaparecido?
Un viejo compañero ya felizmente jubilado me contó que cuando su carrera fotográfica llegó a su fin no lo hizo de la mejor forma posible. Se fue dando un portazo. Le pregunté por su archivo: qué había hecho con él, si se lo habían comprado con derechos "ad eternum" o se lo había quedado. Obviando la cantidad de palabras malsonantes con que trufó su respuesta, reconoció que el día que se fue prácticamente se marchó con lo puesto, que las fotos que había guardado se quedaron en el periódico y que nunca regresó a por ellas.
Cuando me enteré de la noticia de Mordzinski estuve tentado de llamar al periódico de este colega y preguntar por esas fotos con cualquier excusa. No lo hice. Que el archivo de aquel compañero se haya podido perder es una de esas cosas que prefiero no saber.
La columna de opinión "Enfoque diferencial" se publica, normalmente, el segundo y cuarto lunes de cada mes.
Estupefacto me quedé cuando me enteré la semana pasada de que el archivo de Daniel Mordzinski en Le Monde había sido "tirado a la basura". Suceso de una gravedad extrema, lo peor de todo es que no es el primero -ni me temo será el último- de esta naturaleza.
Cuando empecé a trabajar como fotógrafo una de mis primeras tareas fue digitalizar diapositivas. Realicé este trabajo durante muy poco tiempo -apenas si pude escanear y archivar unas pocas decenas de fotos-, pero me bastó para ser consciente de que el cuartucho donde me iba de tres a cinco era algo más que un simple almacén.
Con el paso de los años un día volví a ese cuartucho. Me apetecía contemplar de nuevo esas diapositivas y negativos. Pero ya no estaban. Pregunté y nadie sabía nada. Unos decían que las habían trasladado; otros, que las habían vendido; incluso había quien afirmaba que simplemente habían desaparecido. Nadie se quejó, nadie dijo nada. Nadie supo nunca darme una respuesta concluyente.
Parece que casi nadie se toma muy en serio eso de archivar. El archivo fotográfico es algo que recalco mucho a mis alumnos, especialmente porque soy un auténtico desastre archivando (y eso que mi hermano es archivero). Después de pasar diez años haciendo fotografías he descubierto que da igual el motivo que uno haya fotografiado: esa foto, si está bien hecha, ha de ser guardada.
Y es que una simple lata de bebida o un inocuo paisaje puede ser historia en cuestión de años. Y si hablamos ya de personas, eventos o sucesos, la necesidad de guardar es mucho mayor. ¿Cuánto no daríamos por tener hoy día muchas más fotografías de nuestra historia?
"Cuántas maletas cargadas de negativos estarán en el trastero de algún periódico esperando a que alguien decida que
aquello sólo es basura"
Por eso me preocupa que la gente en general y los medios de comunicación en particular tengan ese triste poco aprecio -iba a decir desprecio, pero quizás sea excesivo- por archivar cuantas más imágenes mejor y hacerlo como es debido. Especialmente sangrante es que no sepan cuidar el tesoro que es su archivo histórico, esas fotografías de cuando los únicos que hacían fotos eran los fotógrafos. Ya me entienden.
Es cierto que hoy día seguramente ese archivo no sea tan vital. Entre todos estamos generando un enorme archivo audiovisual, tan colosal que parece complicado que una imagen no pueda ser sustituida con otra similar. No. El problema son los archivos como el de Mordzinski: miles de imágenes que con sólo una pizca de sensatez podrían haberse salvado, pero que la desidia, el desconocimiento o la simple ineptitud de algún irresponsable han condenado aparentemente a su extinción.
Cuando apareció la famosa "maleta mexicana" de Robert Capa y compañía hubo un gran revuelo. Todo el mundo se felicitaba por el maravilloso hallazgo de lo que creían desaparecido. Es verdad que la recuperación de esos 4.500 negativos fue una buena noticia, como también lo fue el casual descubrimiento de 65 placas de vidrio del mismísimo Ansel Adams acumulando polvo en un garaje. Pero me pregunto cuántas maletas cargadas de negativos estarán a merced de las cucarachas en el trastero de algún periódico o agencia esperando a que alguien decida que aquello sólo es basura. Es más, ¿cuántas habrán ya desaparecido?
Un viejo compañero ya felizmente jubilado me contó que cuando su carrera fotográfica llegó a su fin no lo hizo de la mejor forma posible. Se fue dando un portazo. Le pregunté por su archivo: qué había hecho con él, si se lo habían comprado con derechos "ad eternum" o se lo había quedado. Obviando la cantidad de palabras malsonantes con que trufó su respuesta, reconoció que el día que se fue prácticamente se marchó con lo puesto, que las fotos que había guardado se quedaron en el periódico y que nunca regresó a por ellas.
Cuando me enteré de la noticia de Mordzinski estuve tentado de llamar al periódico de este colega y preguntar por esas fotos con cualquier excusa. No lo hice. Que el archivo de aquel compañero se haya podido perder es una de esas cosas que prefiero no saber.
La columna de opinión "Enfoque diferencial" se publica, normalmente, el segundo y cuarto lunes de cada mes.
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