LOS ARCHIVOS DE LA DESAPARECIDA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA
>> lunes, 2 de enero de 2012
Las
actas del mal, 20 años después
http://www.dw-world.de/ 02/01/2012
Hace exactamente 20 años, el 2 de enero de 1992, la Alemania
reunificada abrió las actas secretas de la Agencia de Seguridad de la RDA
(Stasi) para los ciudadanos. A unos aún les causa conmoción, a otros alivio.
Los archivos de la desaparecida República Democrática Alemana
(RDA) guardan la herencia de una dictadura desaparecida: 1,6 millones de
fotos, diapositivas y negativos, 111 kilómetros de estanterías llenas de
documentos y 15.500 sacos repletos de actas despedazadas reposan en los
Archivos de la Agencia Federal de Documentación de la Agencia de Seguridad de
la RDA.
La
sigla en alemán de dicho ente oficial es BstU, pero desde que fuera creada, se
le conoce por el nombre de su director de turno. La BsTU, con sede en Berlín,
administra los documentos abandonados por el extinto Ministerio de Segur idad
(MfS) de la RDA. El MfS espió y registró los movimientos de 6 millones de
personas en la “Dictadura del proletariado”.
La
apertura de tan candentes documentos fue posible gracias a una ley emitida en
1991 y que regula tanto su acceso como el análisis y el manejo de sus
contenidos. La idea era no sólo reconstruir la verdad histórica de la dictadura
socialista en suelo alemán sino también revelar la identidad de quienes
colaboraron con el régimen y persiguieron a millones de ciudadanos por no estar
conformes con él. Desde 1991 empero, dicha ley ha sido reformada varias veces.
Lutz Rathenow fue una de la primeras personas que tuvieron
acceso a las actas de la Stasi en enero de 1992. Rathenow, escritor y poeta
crítico del régimen, fue observado y perseguido por las fuerzas de seguridad de
la RDA desde los comienzos de su carrera. En 1976 fue arrestado y 1977, tres
meses antes de que pudiera presentar sus examenes en alemán e historia, fue
expulsado de la Universidad de Jena.
"Yo
fui uno de los que ansiaba la llegada del 2 de enero de 1992 para poder mostrar
públicamente la verdad sobre la persecución estatal contra mi”, recuerda
Rathenow. Meses antes de la apertura de los archivos de la Stasi, Rathenow y
Biedermann, el más conocido cantautor de la RDA, fueron criticados por
incriminar a otro escritor, Sascha Anderson, como uno de los espías
colaboradores del régimen. Ahora podían probarlo.
“Si
Alemania no hubiera permitido el acceso a las actas de las abominaciones de la
RDA contra sus opositores, sus existencias habrían colapsado bajo el mar de
rumores lanzados por los mismos que los persiguieron al otro lado del Muro de
Berlín”, dice Rathenow, que hoy es el encargado de las actas de la Stasi, en el
Estado de Sajonia.
Rathenow
es (sólo) uno de los casi 3 millones de ciudadanos que han visto las actas que
detectives, amigos y hasta familiares propios - en varios casos el esposo,
la esposa o los hijos - levantaron para informar a las autoridades desde qué
dentrífico utilizaba hasta qué pensaba. Pero las actas no sólo son pueden ser
vistas por las víctimas del ex régimen socialista, también historiadores y
científicos las han analizado.
Ulrike Poppe es otra de las víctimas de la maligna avidez de
acorralar a todo aquel que quiera expresar sus ideas libremente. El volumen de
los registros escritos sobre su persona es de grandes dimensiones: 40
actas encontró Poppe sobre ella, su vida, sus ideas y su entorno. Reportes,
protocolos de observación y planes de destrucción de su existencia ciudadana.
“También
el número de espías me sorprendió”, confiesa Poppe después de enterarse que la
Stasi tenía una cámara de televisón instalada frente a la puerta de su casa.
Hasta sus propios planes del futuro estamparon los agentes de seguridad en las
actas sobre ella. “Viendo y leyendo las estrategias de exterminio a través del
descrédito sistemático, fracasos profesionales y la organización estatal de
supuestos atracos y robos contra la persona o las viviendas de las
víctimas comprendí las dimensiones de la persecución estatal”, concluye Poppe.
"Las manchas tienen quedar visibles para todos"
Aún
después de enterarse de todo lo que sucedió a sus espaldas, para Poppe el
capítulo RDA y Stasi no debe quedar atrás. “Las actas de la ignominia tienen
que quedar abiertas para las futuras generaciones se enteren, de primera mano,
lo que fue el diabólico lado del sistema”, dice Poppe, quien cree que su
proceso puede durar hasta el año 2036.
Autor: Arne Lichtenberg / José Ospina-Valencia
Editor: Enrique López
Autor: Arne Lichtenberg / José Ospina-Valencia
Editor: Enrique López
0 comentarios :
Publicar un comentario