Archivo Histórico Pablo L. Martínez, com documentos del siglo XVIII, es un foco de infección
>> lunes, 16 de septiembre de 2013
La Carlos Olachea, tiradero de escombro
Detrás de la sala de exposiciones de la galería de arte se erige uno de los más grandes basureros que alguien se pueda imaginar en un espacio cultural. Sin duda, un patrimonio en riesgo, pues los cristales de vidrios que ahí se acumulan definitivamente pueden, bajo este sol de 45 grados centígrados, sin dificultad generar un incendio que se propagaría seguramente hasta el Archivo Histórico, el cual se ubica justo arriba del basurero en mención.
En este mismo patio, por si esto fuera poco, se localiza una bodega que alberga la colección de obras de arte que la Secretaría Federal de Hacienda puso en manos del Gobierno del Estado en administraciones pasadas, con valor en el mercado de una cuantiosa suma de dinero pero, sobre todo, inestimable por las firmas de los autores que ahí se almacenan en una puerta sin llave, sin clasificar y sin darse a conocer al público. Las obras de arte son originales y de autores afamados mundialmente, como José Luis Cuevas, Luis Nishizawa, Manuel Felguérez, entre otros muchos.
Barajas Sandoval no ha tenido la amabilidad de atendernos en su oficina desde hace más de un año y luego de varias solicitudes. La única manera de hablar con él es en eventos públicos, donde no contesta nada comprometedor, excusándose con: “lo vemos en mi oficina”, aunque es bien sabido que es difícil encontrarlo debido a sus continuos y duraderos viajes de trabajo.
http://peninsulardigital.com/ 16/09/2013
La Paz, Baja California Sur.- Los patios de la Galería de Arte Carlos Olachea Boucsiéguez, la más importante del estado, se encuentran entre escombros y basura, mientras que el Archivo Histórico Pablo L. Martínez, que alberga documentos que datan desde el siglo XVIII, es un foco de infección del reino fungi. Ambos recintos se encuentran en la Unidad Cultural Prof. Jesús Castro Agúndez y esto parece ser la punta del iceberg, pues aquí también se sitúa la dirección general del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), encabezada por Jesús Silvestre Fabián Barajas Sandoval, quien parece pasar por alto la alarmante situación.
Detrás de la sala de exposiciones de la galería de arte se erige uno de los más grandes basureros que alguien se pueda imaginar en un espacio cultural. Sin duda, un patrimonio en riesgo, pues los cristales de vidrios que ahí se acumulan definitivamente pueden, bajo este sol de 45 grados centígrados, sin dificultad generar un incendio que se propagaría seguramente hasta el Archivo Histórico, el cual se ubica justo arriba del basurero en mención.
Detrás de la sala de exposiciones de la galería de arte se erige uno de los más grandes basureros que alguien se pueda imaginar en un espacio cultural.
En este mismo patio, por si esto fuera poco, se localiza una bodega que alberga la colección de obras de arte que la Secretaría Federal de Hacienda puso en manos del Gobierno del Estado en administraciones pasadas, con valor en el mercado de una cuantiosa suma de dinero pero, sobre todo, inestimable por las firmas de los autores que ahí se almacenan en una puerta sin llave, sin clasificar y sin darse a conocer al público. Las obras de arte son originales y de autores afamados mundialmente, como José Luis Cuevas, Luis Nishizawa, Manuel Felguérez, entre otros muchos.
Barajas Sandoval no ha tenido la amabilidad de atendernos en su oficina desde hace más de un año y luego de varias solicitudes. La única manera de hablar con él es en eventos públicos, donde no contesta nada comprometedor, excusándose con: “lo vemos en mi oficina”, aunque es bien sabido que es difícil encontrarlo debido a sus continuos y duraderos viajes de trabajo.
Los problemas del ISC son muchos y cada vez más preocupantes y los hemos consignado varias veces en este espacio sin que nadie tome medidas al respecto.
Por otro lado, el Archivo Histórico Pablo L. Martínez, el espacio que resguarda la memoria histórica y documental de Baja California Sur (BCS), se encuentra invadido por una plaga de hongos, pues en más de un año no se ha fumigado, lo que ha tenido como consecuencia problemas de salud en trabajadores y visitantes, los primeros con visibles cicatrices a causa de hongos en la piel. Pero Barajas Sandoval inició una campaña de despidos que tiene a raya al personal, por lo que nadie se atreve a decir esta boca es mía. En el ISC hay miedo. En el ISC hay desorden. En el ISC se cocina un desplome.
Un adelanto de esta aseveración está en los patios de la Galería de Arte, una muestra es el Archivo Histórico, un ejemplo es el millonario proyecto fallido “Activarte”, el cual duró sólo quince días en la explanada del Teatro de la Ciudad y no funcionó, dado que los talleres se impartieron en carpas de lona, flamables, con escasa ventilación y en verano, alcanzando una temperatura en el interior de hasta casi 50 grados centígrados, además de ser colocadas en un sitio inadecuado completamente.
El balance y pulso es evidente, en el ejecutivo estatal, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, está la determinación de rectificar un cometido que es sumamente sensible, el cultural. El director del ISC fue nombrado para cumplir un trabajo específico, de dirección, de salvaguardar el patrimonio cultural estatal, así como realizar visitas a las áreas de trabajo, analizar las condiciones y buscar elementales métodos para incentivar el desarrollo cultural, de lo cual está diametralmente distanciado.
Un adelanto de esta aseveración está en los patios de la Galería de Arte, una muestra es el Archivo Histórico, un ejemplo es el millonario proyecto fallido “Activarte”, el cual duró sólo quince días en la explanada del Teatro de la Ciudad y no funcionó, dado que los talleres se impartieron en carpas de lona, flamables, con escasa ventilación y en verano, alcanzando una temperatura en el interior de hasta casi 50 grados centígrados, además de ser colocadas en un sitio inadecuado completamente.
Los problemas del ISC son muchos y cada vez más preocupantes y los hemos consignado varias veces en este espacio sin que nadie tome medidas al respecto.
El balance y pulso es evidente, en el ejecutivo estatal, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, está la determinación de rectificar un cometido que es sumamente sensible, el cultural.
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